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domingo, 20 de mayo de 2018

"De los deseos desordenados". Tomás de Kempis. Imitación de Cristo, Libro I, Capítulo VI

DE LOS DESEOS DESORDENADOS


IMITACIÓN DE CRISTO

Tomás de Kempis

LIBRO PRIMERO

Contiene avisos provechosos para la vida espiritual

CAPÍTULO VI

De los deseos desordenados




Kramskoi Christ dans le désert.jpg




Cuantas veces desea el hombre desordenadamente alguna cosa, tantas pierde la tranquilidad. El soberbio y el avariento jamás sosiegan; el pobre y humilde de espíritu viven en mucha paz. El hombre que no es perfectamente mortificado en sí mismo, con facilidad es tentado y vencido, aun en cosas pequeñas y viles. El que es flaco de espíritu, y está inclinado a lo carnal y sensible, con dificultad se abstiene totalmente de los deseos terrenos, y cuando lo hace padece muchas veces tristeza, y se enoja presto si alguno lo contradice.


Pero si alcanza lo que deseaba siente luego pesadumbre, porque le remuerde la conciencia el haber seguido su apetito, el cual nada aprovecha para alcanzar la paz que buscaba. En resistir, pues, a las pasiones, se halla la verdadera paz del corazón, y no en seguirlas. Pues no hay paz en el corazón del hombre que se ocupa en las cosas exteriores, sino en el que es fervoroso y espiritual.



Para ver el video de la obra "Imitación de Cristo", escrita por Tomás de Kempis, Libro I, Capítulo VI: "De los deseos desordenados", dar clic en la siguiente imagen:



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