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jueves, 13 de julio de 2017

"Malicia del pecado mortal". Meditación 15 de San Alfonso María de Ligorio.

MALICIA DEL PECADO MORTAL

SAN ALFONSO MARÍA DE LIGORIO,  DOCTOR DE LA IGLESIA


San Alfonso María de Ligorio nos dice en su meditación 15: "Malicia del pecado mortal", de la absurda temeridad e ignorancia con la cual un pecador se atreve a desobedecer a Dios, Ser infinito, Santísimo, Purísimo, Bondad infinita, aborrecedor del pecado y no menos del pecador que lo comete. El hombre es una miserable criatura, que si no fuera por el amor de Dios y su inmensa misericordia no hubiera sido llamado a la existencia para ser llevado algún día a la Gloria y habitar con Dios. Al cometer el pecado lo hace con gran malicia , ya que lástima e injuria al mismo Dios que tanto lo ama, si tuviera la visión de Dios lo amaría tanto que no realizaría el pecado, pero no es digno de ver a Dios frente a frente, ningún hombre lo es.




El pecado cometido por el pecador entristece   Dios.



La proxeneta. Todos ellos pecando mortalmente.


Ni todos los hombres juntos, ni siquiera todos los ángeles celestiales, que se inmolarán o aniquilaran son capaces de satisfacer a Dios por un solo pecado mortal. Tan grande es la ofensa que el pecador comete contra Dios, que ni aún el desgraciado condenado en el infierno sufre lo que debiera por sus pecados.



El Hijo de Dios, Jesucristo, es el único capaz
de satisfacer a Dios por nuestros pecados.


Dios se hizo hombre para salvarnos, Jesucristo
 el Hombre-Dios, tanto sufrió por nosotros.


Al pecar no solo se le ofende a Dios sino que además se le deshonra; se le da más importancia al mísero placer o deleite por el que se peca momentáneamente a Dios. Se le injuria en su misma presencia, pues Dios es omnipresente y nada escapa a su vista. Dios se merece todo nuestro amor, agradecimiento  y adoración; ni siquiera debemos ofenderle con un simple pecado venial.



Nada queda oculto a Dios.


El pecador prefiere el gozo de un momento a Dios. Si
 muere con violencia no tendrán tiempo de arrepentirse.


El corazón de Dios es afligido y se llena de amargura cuando el pecador se atreve a echar a Dios de su alma cometiendo el pecado mortal, instantáneamente pierde la gracia divina. Dios no puede habitar en un alma manchada por el pecado, inmediatamente sale de nuestro cuerpo y alma. Es entonces cuando el demonio entra en el alma del pecador. Es cuando nos hacemos enemigos de Dios por el pecado y amigos del demonio. La gracia de Dios no esta más en nuestras almas para santificarnos, quedamos a merced del demonio y su maligna influencia y si no es por intervención divina no saldremos de ese estado que nos conducirá al infierno.



Ellos son enemigos de Dios por el pecado y amigos del demonio.


Dios ayuda hasta al pecador endurecido en el
 pecado, de este depende su propia salvación.


Para leer el e-book, imprimir o descargar el archivo pdf, de la meditación 15 de San Alfonso María de Ligorio: "Malicia del pecado mortal", dar clic en el siguiente enlace:




Para ver el video de la meditación 15 de San Alfonso María de Ligorio: "Malicia del pecado mortal", dar clik en la siguiente imagen:


VIDEO:




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