TODO ACABA CON LA MUERTE
San Alfonso María de Ligorio
Doctor de la Iglesia Católica
San Alfonso María de Ligorio nos habla en su meditación: "Todo acaba con la muerte", del destino común que tiene todo hombre en la sepultura: tanto ricos como pobres tienen el mismo fin y nada se llevan al otro mundo. Desnudos nacieron y así volverán al polvo de la tierra, incluso las vestiduras con las que son enterrados se pudrirán y ni siquiera eso quedará.
Todo
hijo de Adán y Eva ha sido engendrado con el pecado original, la
enfermedad y la muerte son sus consecuencias. Después de la muerte,
la corrupción se genera tanto en el príncipe como en el vasallo. La
Gloria del hombre rico o pobre acaba en el sepulcro.
No debemos utilizar todas nuestras energías para lograr mayores riquezas de las que podemos gastar o disfrutar en esta vida. Ni debemos dedicarnos a adquirir demasiada sabiduría o conocimiento de las ciencias mundanas, a riesgo de extraviarnos en esos conocimientos y peligro de que perdamos la fe en Dios, por no dedicar tiempo a Él. Toda ciencia mundana adquirida por un individuo acaba en el lecho mortuorio.
El hombre rico es más difícil que se salve, porque pone todas sus esperanzas en el dinero y posesiones terrenas; se olvida de Dios si tiene esas confianzas mundanas y de compartir algo de lo que tiene con los más pobres o necesitados. La ruina eterna es su destino si no ama a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a sí mismo, además de incumplir sus mandamientos. El hombre rico tiene su oportunidad de salvación en el amor a Dios y la ayuda al prójimo, en utilizar su dinero para obras queridas por Dios y no para apoyar las obras del demonio.
No debemos utilizar todas nuestras energías para lograr mayores riquezas de las que podemos gastar o disfrutar en esta vida. Ni debemos dedicarnos a adquirir demasiada sabiduría o conocimiento de las ciencias mundanas, a riesgo de extraviarnos en esos conocimientos y peligro de que perdamos la fe en Dios, por no dedicar tiempo a Él. Toda ciencia mundana adquirida por un individuo acaba en el lecho mortuorio.
El hombre rico es más difícil que se salve, porque pone todas sus esperanzas en el dinero y posesiones terrenas; se olvida de Dios si tiene esas confianzas mundanas y de compartir algo de lo que tiene con los más pobres o necesitados. La ruina eterna es su destino si no ama a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a sí mismo, además de incumplir sus mandamientos. El hombre rico tiene su oportunidad de salvación en el amor a Dios y la ayuda al prójimo, en utilizar su dinero para obras queridas por Dios y no para apoyar las obras del demonio.
El
hombre pobre debe conformarse con lo que tiene o pueda ganar con el
sudor de su frente. Debe mantenerse en la virtud y el amor de Dios,
haciéndolo así recibirá abundantes bendiciones que le ayudarán a
conseguir la vida eterna.
Agradezcamos
a Dios por no enviarnos la muerte repentina cuando fuimos esclavos
de los pecados mortales. Si así lo hubiera exigido su divina
justicia seriamos reos del Infierno por toda le eternidad.
Para
leer el e-book, imprimir o descargar el
archivo pdf, de la meditación 2 de San Alfonso María de
Ligorio:"Todo acaba con la muerte", dar click en el
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Alfonso María de Ligorio: "Todo acaba con la muerte", dar
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