DEL JUICIO FINAL
San
Alfonso María de Ligorio
San
Alfonso María de Ligorio nos habla en su sermón: "Del juicio
universal", acerca del día terrible del Señor, el día en que
Nuestro Señor Jesucristo juzgará a todas las naciones, a infinidad
de pueblos que han existido en todas las eras, a todo hombre de toda
raza o nación e hijo de Adán y Eva que ha vivido sobre la tierra.
En ese día final, nuestro Señor Jesucristo ya no será más
ofendido por los pecadores cometiendo pecados, faltando ellos a los
Mandamientos de Dios. En el juicio universal ya no habrá más
misericordia para el pecador, en lugar de encontrar a un Dios
misericordioso, que siempre perdona al pecador que se arrepiente
sinceramente y muda de vida, tendrá frente a él a un juez justo y a
un Dios airado; ofendido con el pecador que nunca buscó el tiempo
adecuado para acogerse a su misericordia; agraviado con todos
aquellos que despreciaron su sacrificio en la cruz y rechazaron su
santo evangelio; escarnecido por los que se atrevieron a rechazar a
todo un Dios y su amorosa doctrina.
El día terrible del Señor. Todos serán resucitados por el poder de Nuestro Señor Jesucristo: unos para la vida y otros para la condenación eterna. |
Los
pecadores impíos abusan de la misericordia divina, piensan que
siempre serán perdonados y tendrán tiempo para arrepentirse antes
de morir; no saben que a mayor número de pecados llegan a ser
abandonados por Dios y acosados fuertemente por el demonio, sin
clamar perdón a Dios a tiempo serán arrojados al infierno.
Se olvidan de Dios por atender los placeres mundanos. Es el camino que conduce al infierno. |
Un
poco de tiempo antes de que llegue el día terrible del Señor, todas
las razas que pueblan la tierra serán destruidas, todos tendrán que
morir. Los grandes palacios, casas, edificios, ciudades y pueblos
serán derrumbados, solo cenizas quedarán. Todo será destruido por
el fuego, ocurrirán grandes cataclismos y no quedará una sola alma
viviente sobre la tierra. Los buenos serán conducidos por sus
ángeles al purgatorio para ser purificados de sus pecados y después
serán conducidos al cielo; son pocos los que han ofrecido a Dios la
preciosa sangre derramada por nuestro Señor Jesucristo en
satisfacción de sus pecados y que van directamente al cielo. Los
malos serán arrojados al infierno por haber realizado el mal, ahí
tendrán suplicios eternos por haber despreciado a Dios y su
justicia. Muertos todos los hombres, los ángeles del juicio final
resonarán sus trompetas y todos resucitarán.
Todas las razas de la tierra serán destruidas, todos tendrán que morir antes del juicio final. Solo los justos se alegrarán por la venida del Señor. |
En
el día del juicio final, todos serán resucitados por el poder de
Cristo: las almas de los buenos descenderán del cielo para unirse a
sus cuerpos y resplandecerán, las almas de los réprobos serán
vomitadas por el infierno para unirse a sus malditos cuerpos y se
verán oscuros, deformes y hediondos. Los ángeles de Dios reunirán
a todos los resucitados en el valle de Josafat y separarán a los
buenos de los malos. ¡Qué angustia tendrán los impíos cuando sean
apartados de los justos! los hijos serán separados de sus padres, el
esposo de la esposa, el amo de sus sirvientes. Bienaventurado el que
sufre persecuciones, hambre y pobreza en este mundo por causa de
Jesucristo. Desgraciado el que hizo uso de sus riquezas para
enfangarse en los vicios y despreció a los pobres sin darles ayuda
cuando los veía en necesidad.
Todos seremos resucitados por el poder de Jesucristo, para ser juzgados el día del juicio universal |
En
el juicio final los pecados de los réprobos serán vistos por todos,
aún los más ocultos. Estarán los demonios testimoniando los
pecados que cometieron. La conciencia de los hombres estará clamando
venganza de los lugares en que ofendieron a Dios. Por último estará
el Justo juez que fue testigo de cuantas ofensas le hicieron. Los
pecados de los bienaventurados no serán mostrados.
Todos seremos juzgados por el justo juez el día final. Hay almas de pecadores en lo más profundo del purgatorio, cerca del infierno, parte de su castigo es que crean que están condenados. |
Jesucristo
dirá la sentencia a los que estén a su derecha: "Venid
benditos de mi Padre, al reino celestial que fue preparado para
ustedes". A los de su izquierda dirá: "Apartaos de mi,
malditos, al fuego eterno hecho para Satanás y sus ángeles".
Jesucristo ascenderá con sus ángeles, la corte celestial que le
acompañan y todos los bienaventurados al cielo. Después de eso se
abrirá un enorme hoyo en la tierra que tragará a los réprobos y
demonios, así como caigan será el mismo destino para todos ellos:
sin poder hacer el más mínimo movimiento y sepultados en el lago de
fuego por toda la eternidad, mientras Dios sea Dios.
Los bienaventurados a gozar de la gloria que Dios les tiene preparada desde el principio del mundo. Los réprobos al fuego eterno mientras Dios sea Dios. |
Después del juicio final, Dios calmará los impetus de Satanás: los demonios estarán con los condenados en el lago del fuego, sin poder moverse por toda la eternidad. |
Para
leer el e-book, imprimir o descargar el archivo pdf, de la Meditación
escrita 25 de San Alfonso María de Ligorio: "Del juicio
final", dar clic en el siguiente enlace:
Para
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"Del juicio final", dar clic en el siguiente enlace:
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