MES DE JUNIO DEDICADO AL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS
ACTO
DE CONTRICIÓN
¡Dulcísimo
Corazón de Jesús, que en este Divino Sacramento estás vivo e
inflamado de amor por nosotros! Aquí nos tienes en vuestra
presencia, pidiendo perdón de nuestras culpas e implorando vuestra
misericordia. Nos pesa, ¡oh buen Jesús!, haberte ofendido, por ser
Vos tan bueno que no mereces tal ingratitud. Concédenos luz y gracia
para meditar tus virtudes y formar según ellas nuestro pobre
corazón. Amén.
DÍA
30: DEMOS HOY GRACIAS AL SAGRADO CORAZÓN POR LOS BENEFICIOS QUE
ESPERAMOS RECIBIR EN LA GLORIA
I.
Las misericordias que dispensa el Señor acá en la tierra a sus
criaturas no son más que una pálida sombra de las inefables que
reserva para ellas en la eternidad. El cielo será nuestro estado
perfecto, y allí será realizado el ideal más perfecto de felicidad
que pueda imaginarse siquiera ahora el hombre en sus más optimistas
ensueños. O mejor, será tal nuestra dicha, que ni en la más
pequeña proporción le es dado imaginarla a la fantasía humana. Si
una gota sola de sus consuelos que derrame hoy el Señor en nuestro
corazón basta para que olvide éste sus mayores tristezas y
quebrantos, ¿qué será colmarlo en aquel mar sin fondo de
bienaventuranza y de paz? Si unos destellos de su perfección y
belleza ha querido dejar el Autor de lo creado en algunas de sus
criaturas, y que el arte inspirado por El reproduce en sus obras
maestras, así nos eleva y perfecciona el alma, ¿qué será ver cara
a cara a la suprema Belleza y perfección, que abiertamente y sin
velos se comunica a sus elegidos? Allí existe la salud sin el menor
riesgo de enfermedad o molestia; allí la vida sin la dolorosa
perspectiva de una muerte próxima o lejana; allí el amor sin
tibieza ni desfallecimiento; allí la fiesta perpetua del alma sin
tregua en el regocijo. El aleluya glorioso que allí se canta no es
como acá, mezclado con los gemidos de la persecución o con las
voces de combate. Ni se vence allí con fatigas y sudores, sino que
se reina pacíficamente. Vivir con lo que significa de más absoluto
la palabra vida; gozar con lo que tiene de más puro y embriagador la
palabra goce; amar con la mayor plenitud y alcance que es dado
concebir en la palabra amor. He aquí lo que me promete Dios; he aquí
lo que me reserva.
¡Gracias,
Corazón de Jesús, gloria de los bienaventurados, sol de la
felicísima ciudad de Dios! Gracias por esos dones que por Ti
esperamos, y que mediante tu gracia y nuestras buenas obras estamos
seguros de poseer.
Medítese
unos minutos.
II.
Alma mía, alza los ojos a ese cielo azul repleto de estrellas por
la noche y de día radiante de claridad; álzalos y contempla allí
tu patria, el dulce hogar de tu padre, la mansión feliz que en breve
va a ser tu patrimonio. Esa región maravillosa de paz, de felicidad
y eterna bienaventuranza, con sus Ángeles y Santos, con la Reina
gloriosa de ellos, María, con la Humanidad resplandeciente de
Cristo, con la augusta majestad de la Trinidad Beatísima, todo, todo
es para ti. Ensancha tu corazón, dilata lo más que puedas tu
imaginación, sé codiciosa hasta donde pueda creerlo tu más
exigente anhelo; todo excederá tus esperanzas, todo sobrepujará tu
ilusión. No bienes perecederos que la muerte arrebata; no amores
inconstantes que la edad marchita y la ausencia entibia; no fortuna
incierta y veleidosa que a la menor vicisitud se cambia; nada de eso
con que prometiéndote el mundo hacerte feliz te hace profundamente
desgraciada, nada de eso será tu recompensa. Contempla la grandeza
de tu porvenir, lo magnífico de tus esperanzas. Enciéndete en ardor
de poseerlas, y dale mil gracias al Corazón Divino, que es quien te
las ha de proporcionar.
¡Oh
Sagrado Corazón de Jesús! No quiero esperar recibir tus grandiosos
dones para mostrarme agradecido. El hijo que sabe que su padre le
dará parte de su herencia, no espera darle las gracias cuando ya
esté en posesión del patrimonio. No, el testamento en que se le
promete, equivale ya para él a un título de posesión. Y esta
página la has escrito Tú repetidas veces en tu testamento, y en
ella me has nombrado infinidad de veces a mí, nada y ceniza, como
heredero de tu gloria. ¡Gracias, soberano Señor! Te tributamos las
gracias, aquí presentes en este día de tu devoto mes, y anhelamos
todos los que aquí estamos, reunirnos contigo en el cielo para
cantar el gran himno de acción de gracias allí en unión del Padre
y del Espíritu Santo, a quien sea toda alabanza, todo honor y toda
gloria, por los siglos de los siglos. Amén.
Medítese,
y pídase la gracia particular.
ORACIÓN
Y ACTO DE CONSAGRACIÓN
Rendido
a tus pies, ¡oh Jesús mío!, considerando las inefables muestras de
amor que me has dado y las sublimes lecciones que me enseña de
continuo tu adorabilísimo Corazón, te pido humildemente la gracia
de conocerte, amarte y servirte como fiel discípulo tuyo, para
hacerme digno de las gracias y bendiciones que generoso concedes a
los que de veras te conocen, aman y sirven.
¡Mira
que soy muy pobre, dulcísimo Jesús, y necesito de Ti como el
mendigo de la limosna que el rico le ha de dar! Mira que soy muy
ignorante, oh soberano Maestro, y necesito de tus divinas enseñanzas,
para luz y guía de mi ignorancia! ¡Mira que soy muy frágil, oh
poderosísimo amparo de los débiles, y caigo a cada paso, y necesito
apoyarme en Ti para no desfallecer! Sé todo para mí, Sagrado
Corazón: socorro de mi miseria, luz de mis ojos, báculo de mis
pasos, remedio de mis males, auxilio en toda necesidad. De Ti lo
espera todo mi pobre corazón. Tú lo alentaste y convidaste cuando
con tan tiernas palabras, dijiste repetidas veces en tu Evangelio:
Venid a Mí,... Aprended de Mí... Pedid, llamad... A las puertas de
tu Corazón vengo pues hoy, y llamo, y pido, y espero. Del mío te
hago, oh Señor, firme, formal y decidida entrega. Tómalo, y dame en
cambio lo que sabes me ha de hacer bueno en la tierra y dichoso en la
eternidad. Amén.
Aquí
se rezará tres veces el Padre Nuestro, Ave María y Gloria, en
recuerdo de las tres insignias, cruz, corona y herida de la lanza,
con que se apareció el Sagrado Corazón a Santa Margarita María
Alacoque.
Para
ver el video de la Devoción al Sagrado Corazón, Junio
30: "Demos hoy Gracias al Sagrado Corazón por los Beneficios
que Esperamos Recibir en la Gloria", dar clic en la
siguiente imagen:
VIDEO:
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