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sábado, 23 de abril de 2016

"Creo en Jesucristo, su único Hijo. Señor nuestro". Artículo 2º del Credo de los Apóstoles. Explicado por Santo Tomás de Aquino.

  CREO EN JESUCRISTO, SU ÚNICO HIJO, SEÑOR NUESTRO


Artículo 2 del Credo, explicado por Santo Tomás de Aquino, Doctor de la Iglesia Católica





Dios es Padre y Cristo es verdadero Hijo de Dios y verdadero Hijo de la Santísima Virgen María. Nuestra fe afirma que Cristo es Hijo de Dios por naturaleza y que lo es ab eterno, en la eternidad. Jesucristo es Dios de Dios, Luz de Luz, o sea, debemos creer en Dios Hijo procedente de Dios Padre, en el Hijo que es Luz, que procede del Padre que es Luz. Jesucristo es Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado, no creado, de la misma naturaleza del Padre, o sea, que Cristo es el Unigénito de Dios y verdadero Hijo de Dios, y que siempre ha sido con el Padre, y que una es la persona del Hijo y otra la del Padre.










Cristo es Hijo de Dios desde ab eterno, desde la eternidad, todo lo bueno proviene del Padre Celestial, lo dicen las sagradas escrituras. Dios se vio magnífico en su Poder, Gloria y Santidad. Primero, quiso comunicarse a sí mismo en la Generación Divina: la Santísima Trinidad; en esa Generación Divina surge al lado de Dios, es engendrado desde la eternidad, el Hijo Eterno del Padre: el Verbo Eterno, la Segunda persona de la Santísima Trinidad; de ambos, del Padre Eterno y del Verbo Eterno, procede la tercera persona de la Trinidad: Dios Espíritu Santo.




Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo.




Cristo es Hijo de Dios por naturaleza y lo es ab eterno. Llegado el tiempo, el Verbo de Dios se encarnó por el poder del Espíritu Santo en la Santísima Virgen María, tomó carne de la Virgen y se hizo Hombre sin dejar de ser Dios, Hipóstasis.





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La Anunciación y Encarnación del Verbo de Dios.





El Verbo de Dios es Hijo de Dios, estaba con Dios y es Dios (Jn 1,1). Todas las palabras de Dios son cierta semejanza de ese Verbo, en primer lugar, debemos oír con gusto las palabras de Dios, pues la señal de que amamos a Dios es que con agrado escuchemos sus palabras. En segundo lugar, debemos creer en la palabra de Dios, porque gracias a eso habita en nosotros el Verbo de Dios, esto es, Cristo, el Verbo de Dios. En tercer lugar, debemos meditar en el Verbo de Dios, que habita en nosotros, así nos aprovecha y sirve de mucho contra el pecado. En cuarto lugar, es menester que el hombre comunique la palabra de Dios a los demás, advirtiendo, predicando e inflamando. Por último, debemos llevar a la práctica la palabra de Dios. Estas cinco cosas, las observó por su orden la Santísima Virgen María al engendrar al Verbo de Dios.





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Jesús es verdadero Hijo de Dios y verdadero Hijo de la Virgen María.





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viernes, 15 de abril de 2016

"Aparición a orillas del lago y otorgamiento de la misión a Pedro". Revelación de la mística católica italiana María Valtorta

APARICIÓN A ORILLAS DEL LAGO Y OTORGAMIENTO DE LA MISIÓN A PEDRO

       Mística italiana María Valtorta, del Poema del Hombre Dios o El Evangelio como me ha sido revelado, Glorificación de Jesús y María.









La naciente comunidad cristiana conformada por discípulos de Jesús, está ahora esperanzada por las recientes apariciones de Jesús Resucitado a María Santísima, a las santas mujeres, a los discípulos pastores y a varios creyentes en el Hijo de Dios. Según las instrucciones dadas por Jesús Resucitado, los apóstoles tienen un lugar de retiro en un lugar del monte, en donde se dedican a orar con los discípulos de Cristo. Nuestro Señor los va preparando para que formen una comunidad unida con todos sus discípulos y para que puedan recibir al Espíritu Santo santificador. Son multitud de discípulos los que aún no han visto al Resucitado, ansían verlo... pero saben que no se aparece a todos, solo a aquellos que lo aman y viven sus enseñanzas, sin odios ni rencores; de todos los discípulos, solo una tercera parte, unos 500, tiene el gozo de ver al Señor Resucitado y Glorioso antes de su Ascensión a los Cielos.




Aparición de Jesús Resucitado y la pesca milagrosa





Pedro y 7 apóstoles han dejado el lugar de retiro y oración en el monte, van a sus casas, con sus familias, en el lugar donde viven como pescadores en el lago o mar de Galilea. Los alimentos y el dinero empiezan a escasear, los han consumido ellos con los discípulos o haciendo obras de misericordia a los más necesitados. Pedro y los demás apóstoles no quieren ser una carga para los discípulos, por esa razón deciden pescar para tener alimento y dinero con parte de la venta del pescado. La noche es clara, las aguas tranquilas, con luna llena, propicia para hacer una buena pesca. Pero ni con esas condiciones pescan algo en toda la noche, las horas pasan, casi amanece... entonces oyen la voz de alguien que desde la orilla les pregunta si tienen algo que comer... responden que no... no lo reconocen, no ven a nadie por la bruma. Les dice que echen las redes a la derecha, hacia el interior del lago, que ahí encontrarán. Así lo hacen siguiendo las instrucciones y las redes se llenan de pescados, tantos que deciden no subirlos a la barca porque las redes se romperían por el peso excesivo... pesca milagrosa, como aquella cuando Jesús estaba vivo y era el amado maestro. Juan, el joven apóstol, el amado del Señor, reconoce la voz de Jesús Resucitado y la pesca abundante, ya no tiene dudas de que es el Señor. Ahora convence a Pedro que es Jesús Resucitado que se aparece en la orilla... Pedro no duda ya y se lanza al agua con una túnica corta, va nadando hacia la orilla seguido por la barca. Llega ante Jesús y se postra ante Él y adora.









Los apóstoles han llegado a la orilla y adoran a Jesús. Después disponen de la pesca milagrosa, suben todos los pescados a la barca para llevarlos a sus despensas y destinar la mayoría para la venta. Tiene un almuerzo, Pedro vigila los pescados como se asan, reflexiona, llora, esta alegre por ver otra vez al Resucitado; Jesús reparte los pescados asados, hace ocho partes, Él también lo prueba, los apóstoles consumen el alimento como si fuera un ritual.



 



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Pedro... apacienta a mis ovejas.


Misión de Pedro en la Iglesia católica





Después de comer, Jesús muy serio, mira a Pedro y le pregunta si lo ama... Pedro responde que lo ama... Jesús le dice que apaciente sus ovejas, su rebaño de discípulos... así le pregunta tres veces lo mismo y asimismo lo instruye en el cuidado de sus creyentes. Después de eso Jesús le dice a Pedro que ha quedado puro, con sus tres afirmaciones de que lo ama, sus tres negaciones quedan anuladas. Jesús se levanta y pide a Pedro que lo siga a la orilla del lago, le habla, lo instruye. Juan termina de ayudar a los otros y sigue a Jesús y a Pedro. El maestro resucitado los bendice, se despide de ellos, los apóstoles se hincan ante Él y lo adoran, suben a la barca y marchan a disponer de la pesca milagrosa. Jesús Resucitado los mira alejarse en la barca.





Jesús Resucitado


Llevan la pesca milagrosa







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viernes, 8 de abril de 2016

"La Santa Comunión". Avisos y Enseñanzas de Santa María Magdalena de Pazzi.

LA SANTA COMUNIÓN 

Avisos y Enseñanzas de Santa María magdalena de Pazzi.




Basta una sola comunión bien hecha para hacer una alma santa. Es el medio más eficaz que tiene el creyente para santificar su alma y en poco tiempo alcanzar la perfección. Tener a Dios en nuestras almas, toda la Santísima Trinidad, es la mayor dignidad que podemos tener. No se debe comulgar a la ligera y no se debe de dejar por falta de deseos y disposiciones. Seríamos unos desconsiderados con nuestro Señor Jesucristo si dejáramos de comulgar siempre que se pueda, nos privaríamos de grandes favores, si Dios dispone en alguna de esas comuniones darnos gracias y dones especiales.





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Como preparación, buscar la perfección en todos los actos realizados, con pura y recta intención de agradar a Dios. Para estar mejor dispuestos ofrecer la Sangre misma del Señor. Después, pensar siempre en que has recibido a Dios, recordar la comunión pasada y la que harás durante el día.




Debida preparación para recibir a Dios.





Cuidarse de los malos afectos hacia algún hermano. Antes de la comunión, hacer por sentir un gran afecto para con todos, si no lo tienes pídelo al Señor Jesús, dispuesto hasta dar la vida por ese hermano si esa fuera la voluntad del Señor. Dios se da por amor hacia nosotros en la Sagrada Eucaristía, por su gran misericordia y bondad se nos dona en el Santísimo Sacramento. Nosotros que merecemos el infierno, somos indignos de recibirlo por nuestros propios méritos, debemos buscar tener la mayor pureza en nuestras almas al comulgar.




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La mayor pureza en tu alma para comulgar.




Nuestro amor y gratitud deben ser muy grandes al comulgar, es al mismo Dios a quien se recibe, su grandeza es infinita. Comulgar en memoria de la pasión de nuestro Señor Jesucristo, perdernos en Él, pensar en que solo Dios y tú existen en esos momentos; dejar libertad a Jesús para que purifique, ilumine y santifique tu alma. Ese momento es el más adecuado para aprender de Él y seguir sus divinas inspiraciones.




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Jesús santifica tu alma.



Al comulgar arder en deseos de ayudar a todo el mundo y de glorificar a la Santísima Trinidad por medio de este Sacramento. Después, no enojarse por nada ni con nadie para que Dios no abandone tu alma. La comunión frecuentemente fortalece nuestra alma para soportar cualquier gran sufrimiento; así, Cristo vive en ti y ya no deseas hacer tu voluntad sino la de Dios.




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Fortaleza de cuerpo y alma.





Pedir a Jesucristo por un buen director espiritual para confesarse y recibirlo dignamente en la Santa Comunión. Pedirle que toda la gente tenga un gran deseo de comulgar.




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Pedir a Jesús un buen confesor para mejor preparación al comulgar



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VIDEO:

"Oración". Avisos y Enseñazas de Santa Mª Magdalena de Pazzi.

AVISOS Y ENSEÑANZAS

"ORACIÓN"


Santa María Magdalena de Pazzi*




La oración es un camino corto para alcanzar la perfección, en ella Dios enseña, y orando el alma se ocupa solamente de Dios y se desprende de todas las cosas creadas. Toda persona que busque el reino de Dios y su justicia, que aspire a una perfecta unión con Dios, debe tener ansias de oración y buscar tiempo para retirarse con Dios, debe darse a la oración.




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Para ser oídos por Dios debemos ser humildes y puros de corazón, ser fervorosos, resignados y perseverantes. Debemos manifestarle nuestra fe y una gran confianza. Para alimentar nuestra alma en el amor divino meditemos frecuentemente en la pasión de Jesús, desprovistos de amor propio para gozar de ese dulce alimento y divina embriaguez.


Hemos de tratar con Dios ejercitando los afectos más que el entendimiento, para hablar con Dios y no quedar en el solo mirar y conocer a Dios. Al orar no debemos tener como fin el buscar las dulzuras espirituales, ni sentimientos ni suavidades extraordinarias, para no atender nuestros deseos; el deseo de honrar a Dios y de obrar según su voluntad son los sentimientos y gustos que debemos saborear. Para no caminar con tibieza en la virtud debemos pedir a Dios que nos haga buscar y gustar la suavidad de su yugo.


En nuestras obras solo debemos buscar la Gloria de Dios, pedir al Señor disgustos y humillaciones si no lo hacemos así; es una excelente cosa padecer por el amor de Dios y que Él nos lo haga comprender.


Orar a Dios por la Santa Madre Iglesia, por tener sacerdotes celosos del honor de Dios y por el Papa. Con la oración recibimos fuerza para sufrir mortificaciones.




Para ver el video de los Avisos y Enseñanzas de Santa María Magdalena de Pazzi: "Oración", dar clic en la siguiente imagen:



VIDEO:




*Santa María Magdalena de Pazzi fue una noble Toscana y monja carmelita. Tuvo sus primeras experiencias místicas a partir de los 12 años. Se hizo conocida por ellas: éxtasis, raptos...

lunes, 4 de abril de 2016

"Creo en un solo Dios. Padre Todopoderoso, Creador del Cielo y de la Tierra". Artículo 1º del Credo de los Apóstoles. Explicado por Santo Tomás de Aquino.

CREO EN UN SÓLO DIOS, PADRE 

TODOPODEROSO, CREADOR DEL CIELO Y

 DE LA TIERRA


Artículo 1 del Credo, explicado por Santo Tomás de Aquino, Doctor de la Iglesia Católica





Solo hay un Dios Todopoderoso, creador del cielo y de la tierra, de todo el universo, de todo lo visible y lo invisible. Dios eterno, que siempre ha existido y que todo lo puede hacer con solo desearlo. Padre amorosísimo, que primero se comunicó eternamente consigo mismo: en la eterna generación del Verbo Eterno y el Santo Espíritu de ambos: "La Santísima Trinidad". Después se comunicó externamente: creando el cielo y la tierra, los ángeles, los animales y demás seres de la naturaleza y por último al hombre. Dios providente que todo lo gobierna y controla, aún los actos humanos para salvación del hombre. Dios omnisciente que todo lo ve, todo lo sabe, toda la historia del universo está presente ante Él en un solo instante: el eterno.






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La Divina Providencia gobierna y controla la historia del universo. El que todo lo creó de la nada es el Señor de todo lo existente, todo le obedece, basta que el lo deseé para que las criaturas cumplan su voluntad. Toda la materia le está sometida, "La hoja del árbol no cae sin la voluntad del señor". Con respecto a los seres angélicos y el hombre, Dios los dotó del libre albedrío o capacidad de decisión, para que lo amaran y obedecieran libremente. Los ángeles buenos decidieron hacerlo así, los ángeles malos que no obedecieron se hicieron perversos y se alejaron de Dios que es la suma bondad. En el reino de Dios está la máxima felicidad, el amor pleno de Dios. Sin Dios no hay amor y sí un odio terrible a todo, es el destino de Lucifer y sus ángeles malditos. Aún los mismos demonios obedecen a Dios, para que se cumpla el plan de salvación que Dios tiene planeado para el hombre, el que deseé amarlo y seguirlo libremente para poder vivir en su reino celestial.





 
Divina Providencia, Trinidad Santa.






Los hombres son inducidos a tener muchos dioses por las siguientes razones: por la flaqueza humana, por la adulación de los hombres a reyes y poderosos, por el afecto carnal a hijos y consanguíneos y por la malicia del diablo.





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Hombres politeístas.






Dice san Pablo: "Dios mismo aventaja por mucho a todos los dioses paganos juntos, que ni existen". También dice en I Cor. 10, 20: "¡Pero si lo que inmolan los gentiles lo inmolan a los demonios y no a Dios!". Lo anterior porque son dioses inexistentes, dioses creados por los hombres y el demonio.



Todas las cosas fueron creadas por Dios Todopoderoso, sin el nada existiría, todo lo creó Dios de la nada, por eso es Dios, el que Es, el Eterno Todopoderoso. Las criaturas angélicas son poderosas con respecto al ser humano, pero no se comparan con el poder grandísimo de Dios. Los ángeles buenos y los ángeles malditos son criaturas, no pueden controlar lo que no crearon, no pueden crear nada, para hacer algo con la materia existente de la creación divina necesitan el permiso y el poder de Dios. Por decisión de Dios, los ángeles malditos cumplirán su nefasta acción sobre la humanidad pecadora, así Dios sacará cosas buenas de las malas y los que se decidan por Dios lo amarán libremente al preferir el bien.





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Dios Padre Todopoderoso, Creador de todo lo existente.






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