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lunes, 28 de septiembre de 2020

"El Amor de Dios es sobre todas las cosas y ejemplo de mujer pagana que se convirtió". Revelación de Santa Brígida de Suecia.

EL Amor de Dios  y  ejemplo modelo de mujer pagana que se convirtió

Revelaciones de Santa Brígida de Suecia: Libro 6

 

 

 


 

 

La Virgen María instruye a santa Brígida, diciéndole que el amor de Dios es sobre todas las cosas, y le presenta el ejemplo de una mujer pagana que se convirtió y creció mucho en virtud.

  


Aparición de la Virgen María a Santa Brígida de Suecia



Capítulo 37



      Nada agrada a Dios tanto, dice la Virgen a la Santa, como el ser amado sobre todas las cosas; y como prueba de ello voy a hablarte de una mujer pagana, que sin saber nada de la fe católica, pensó consigo de este modo: Yo sé de qué materia soy, y cómo vine al vientre de mi madre. Creo también que es imposible el haber yo tenido cuerpo y tendones, entrañas y sentidos, si no me los hubiese dado alguien; y por consiguiente, alguno es el Creador, que me ha criado una persona humana tan bella, y no quiso crearme fea como los gusanos y las serpientes. Me parece, pues, que aun cuando yo tuviese muchos maridos y todos me llamasen, acudiría más bien al único llamamiento de mi Creador, que a las voces de todos ellos.







      Tengo también muchos hijos e hijas, y no obstante, si viese que tenían ellos su comida en la mano y supiera que mi Creador tenía hambre, quitaría de manos de mis hijos la comida, y con gusto la presentaría a mi Creador. Tengo, además, muchas posesiones de que dispongo a mi arbitrio; pero si supiese la voluntad de mi Creador, de buena gana renunciaría a mi voluntad, y dispondría de esas posesiones para honra de este mismo Creador mío. Pero mira, hija, lo que Dios hizo con esta mujer pagana. Le envió un amigo suyo que la instruyó en la santa fe, y Dios por sí mismo visitó su corazón, como podrás colegir por las palabras de la misma mujer; pues cuando aquel varón de Dios le decía que había un solo Dios, sin principio ni fin, el cual es Criador de todas las cosas, respondía ella: Bien puede creerse que el que me creó a mí y a todas las cosas, no tenga sobre sí Creador, y es muy verosímil que es eterna la vida del que pudo darme a mí vida.





      Así que esta mujer oyó que el mismo Creador recibió carne humana de una Virgen, y que él predicaba con sus propios labios, dijo: Bien debe creerse a Dios para practicar todas las obras virtuosas; y tú, amigo de Dios, dime cuáles fueron las palabras que salieron de los labios del Criador, porque quiero dejar mi voluntad y obedecer según todas sus palabras. Hablando después el amigo de Dios de la Pasión y cruz del Señor y de su resurrección, dijo aquella mujer con los ojos llenos de lágrimas: Bendito sea Dios, que con tanta paciencia mostró en la tierra el amor que nos tuvo en el cielo; y por consiguiente, si antes lo amé, porque me crió, ahora tengo más obligación de amarlo, porque me manifestó el camino recto y me redimió con su sangre.





      Estoy también obligada a servirle con todas mis fuerzas y miembros, porque me redimió con todos sus miembros; y le soy además deudora de apartar de mí todo el afecto que antes tuve a mis bienes, a mis hijos y deudos, y solamente debo desear a mi Creador en su gloria y en aquella vida que no acabará jamás.


      Considera, hija mía, dijo la Virgen, que por su amor tendrá esa mujer una triple recompensa; y del mismo modo se está dando todos los días a cada cual su recompensa, según lo que ama a Dios, mientras vive en el mundo.


      Para ver el video dar clic en la siguiente imagen:

   

 VIDEO:


 

 

 

 

 

 

 

 

martes, 15 de septiembre de 2020

"Sacrificio, penitencia, para ser salvados". Mística italiana María Valtorta. Cuadernos 1943, 16 de junio.

"Sacrificio, Penitencia, para ser Salvados"

 

Cuadernos 1943

   Revelación privada dada por Jesucristo a la mística italiana María Valtorta

 

 
La gran víctima



16 de junio

 

 

Dice Jesús:


      «Cada época ha tenido sus formas de piedad.


     La Iglesia ha nacido entre las olas agitadas del mundo. Vírgenes y consagrados vivían mezclados entre la muchedumbre pagana, llevándole el perfume de Cristo que les saturaba, y han conquistado el mundo para Cristo.





       Después vino la época de las austeras segregaciones. Enterrarse para el mundo era, según la visión de aquel tiempo, necesario para la perfección y la continua redención de las almas. Desde los monasterios, los eremitorios, las celdas muradas, ríos de sacrificios y de oraciones se esparcieron sobre la tierra, descendieron al Purgatorio, subieron al Cielo.


     Más tarde vinieron los conventos de vida activa. Hospitales, asilos, escuelas, se beneficiaron de esta nueva manifestación de la religión cristiana.


       Pero ahora, en el mundo pagano de un nuevo paganismo todavía más atroz porque es más demoníacamente sutil, son necesarias de nuevo almas consagradas que vivan en el mundo como en los primeros tiempos de mi Iglesia, para perfumarlo de Mí. Ellas resumen en sí la vida activa y la contemplativa en una palabra sola: “Víctimas”.



En un mundo pagano que se resiste a dejar sus falsos dioses


      ¡De cuántas víctimas tiene necesidad este pobre mundo para obtener piedad! Si los hombres me escucharan, a cada uno diría mi amoroso mandamiento: “Sacrificio, penitencia, para ser salvados”, Pero sólo tengo a las Víctimas que sepan imitarme en el sacrificio, que es la forma más alta del amor.


      ¿Qué he dicho Yo? “En esto se entenderá si sois mis discípulos: si os amáis recíprocamente... No hay mayor amor de quien da la vida por sus amigos”.


      Las víctimas han llevado el amor tan en alto que tiene una forma semejante al mío. Las víctimas se dan a sí mismas por Mí porque Yo estoy en las almas, y quien salva a un alma me salva a Mí en esa alma.



Juan Pablo II perdona al pistolero que intentó asesinarlo: Ali Agca


      Por tanto no hay amor mayor por Mí que el inmolarse por Mí, vuestro Amigo, y por las pobres almas pecadoras que son nuestros amigos caídos. Digo: nuestros, porque donde hay un alma enamorada está también Dios con ella, y por eso somos dos.


      Muchas veces piensas con añoranza en la vida claustral. Pero piensa, alma mía, que el ser víctima te hace semejante a las claustrales más austeras. La víctima adora, la víctima expía, la víctima ora. La oración de una víctima es igual a la de la claustrada con la dificultad, además, de tener que vivir de oración entre las disipaciones del mundo.


      También aquí Yo soy tu ejemplo. Yo, Víctima, he sabido adorar, orar, expiar, estando en el mundo. Se puede ser almas víctimas de áurea perfección estando entre la muchedumbre, y no serlo estando bajo el cierre de una doble reja. También aquí es el amor lo que cuenta y no las formas externas.





      ¿Cómo se hace para ser víctimas? Viviendo con un único pensamiento: consolarme redimiendo a los demás. Los demás se redimen con el sacrificio. A Mí se me consuela con el amor y encendiendo el amor en los corazones apagados. La vida de la víctima es un no pertenecerse más perpetuo, un derramarse continuo, un arder incesante.





      Pero a quien sabe vivir así, le viene concedida la Invisible Presencia de la que también tú gozas. Porque Yo estoy donde están mis apóstoles y mis mártires. Y las víctimas son mártires y apóstoles».


Dice aún Jesús:


      «Para preservar a los cuerpos de la corrupción de la muerte, desde tiempos antiquísimos, han sido usados aromas especiales que detienen la putrefacción y conservan los cadáveres. Pero, ¡oh hombres que espiritualmente caéis a pedazos, macerados por las corrupciones de toda una sociedad contaminada hasta la médula!, pero, ¡oh pobres hombres por los cuales he muerto inútilmente!, ¿por qué no usáis para vosotros los aromas que detienen vuestra corrupción?



Fiesta del ácido prohibida:  drogas y música rave


      Yo os los he enseñado. Os los he enseñado con la vida, con la palabra, con la muerte. En mi Evangelio está la norma para vivir sanos en la carne y en el alma, en el pensamiento y en la acción. Y ese Evangelio lo he vivido durante mis treinta y tres años de vida.


      Vosotros no podéis decirme, como podéis decir de vuestros falsos profetas: “Has predicado una cosa, pero has hecho otra”. No. Jesús fue Maestro no sólo de palabra, sino de obra.



Siempre veían a un hombre santo en el amable maestro de Galilea


      Os he enseñado a preferir la pureza y la continencia a la lujuria, la sobriedad a la crápula, la fidelidad al engaño, el trabajo al ocio, la honradez al fraude, el respeto de las autoridades a la rebelión, el amor por la familia a la disipación, la misericordia a la dureza, la humildad a la soberbia, la justicia a la violencia, la sinceridad a la mentira, el respeto de la inocencia al escándalo, la fe a la incredulidad, el sacrificio al goce. Pero estas cosas Yo, Dios, las he hecho antes que vosotros.





      Vosotros lo habéis pisoteado todo y habéis bailado, como necios, sobre las máximas divinas en las que estaba vuestro bien en ésta y en la otra vida.


      Vosotros habéis aumentado el saber en todos los campos menos en el único necesario. En el conocimiento de mi Evangelio. Vosotros os habéis saciado de todos los alimentos menos del único necesario: mi Palabra. Habéis creído que os alzabais hasta el nivel del super-hombre. Os habéis convertido sólo en superanimales. El superhombre lo crea mi Ley porque os deifica y os hace eternos. Todo lo demás no os alza. Sólo os hace enloquecer.



El Evangelio llevado a la práctica por estos religiosos


      Marta me dijo: “Maestro, hace cuatro días que está en el sepulcro y ya huele mal”. Pero vosotros ¿desde hace cuántos siglos estáis? Os hundís cada vez más en el sepulcro y en la podredumbre de muerte. Ni siquiera mi Voz os mueve. Ni siquiera mi llanto.


      Pero ¿cómo podéis estar contentos, así degradados? Teníais el Cielo, erais herederos de Dios. ¿Ahora qué sois? Una masa de leprosos y de poseídos por los demonios que os trituran, os matan, os hacen delirar, os arrastran al fuego incluso antes de que muráis. Tenéis el fuego del infierno en la mente y en el corazón. ¡Y Yo os había puesto el fuego suavísimo de la caridad!

 


Ellos buscan liberar tensiones, pero solo dan entrada a los demonios

 

      Los aromas para salvaros de la total podredumbre son Penitencia, Sacrificio y Caridad. ¿Pero los querréis usar? No. No miráis al Maestro crucificado que con su sacrificio os ha dado nuevas almas capaces de vida eterna, que os ha lavado con su Sangre y sus lágrimas de la lepra del pecado. No lo miráis. Él os habla de bondad, de amor, de sacrificio. Vosotros queréis ser malos, queréis odiar, queréis gozar.


      Vosotros levantáis vuestro puño amenazador contra la gran Víctima y las pequeñas víctimas que tratan de infundiros una vida nueva, y lanzáis vuestra burlona blasfemia.

 



     

     ¡Atentos, hombres obstinados! La paciencia de Dios es inmensa, pero no os está concedido tentarla demasiado, porque está dicho por Mí: “No tentarás al Señor tu Dios”»

 

 

 

      Para ver el video, dar clic en la siguiente imagen:

 

 VIDEO: