LOS
INFIERNOS Y LUGARES PARTICULARES
DE PURGATORIO
Del padre Jesuita Martín de Roa
Cuando
Dios nuestro señor creó la Tierra, dejó en ella cuatro lugares o
senos, cuatro enormes cavernas, apropiados para Purgatorio, Limbos e
Infierno. A veces todos se llaman Infiernos o lugares bajos, todos
están dentro de la Tierra, en lo más profundo de ella.
El
centro lo ocupa el lugar de los condenados, llamado infierno. Ahí
estarán recluidos perpetuamente en prisiones de fuego, aquellos que
decidieron darse gusto en los placeres corporales, vinculando sus
almas a tormentos eternos. Después del Juicio Universal nuestro
Señor Jesucristo resucitará a todos los muertos: las malditas
almas de los condenados serán vomitadas por el infierno y se unirán
a sus cuerpos malditos, por haber realizado el mal cuando estaban
vivos, cuerpo y alma, cómplices, sufrirán unidos los castigos que merecieron por
sus pecados.
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Infierno de los condenados |
Sobre
el Infierno está la cárcel del Purgatorio, un lugar destinado por
la divina justicia en la entrañas de la Tierra, donde las almas de
los fieles difuntos, que estando en amistad de Dios pasaron de esta
vida a la otra, sin haber satisfecho enteramente por sus culpas;
ahí padecen hasta pagar enteramente la deuda que tienen con la
divina justicia o son socorridas por las indulgencias, sacrificios,
oraciones y buenas obras de los vivos, que les disminuyen o cubren
totalmente la pena anteriormente destinada por sus pecados. El fuego
del Purgatorio es igual al del Infierno en magnitud, pero ambos actúan en
forma diferente en las almas: el fuego del infierno atormenta,
castiga; el fuego del Purgatorio actúa prodigiosamente en las
almas. Se llama Purgatorio: porque las almas se purifican, con el
divino fuego encendido por Dios, sus horribles manchas causadas por
el pecado cometido; a semejanza del oro en el crisol que se ve
purificado por el fuego hecho por el hombre, hasta dejarlo libre de
escoria, las almas quedan limpias y hermosas, ya son dignas de
presentarse ante Dios, son agradables a sus ojos, para participar de
los gozos eternos y ser compañeras de los ángeles y bienaventurados
del cielo.
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Purgatorio |
La
divina justicia, aunque tiene señalado su propio lugar de Purgatorio
común, algunas veces por sus secretos juicios, a particulares
almas, designa especiales lugares donde pagan sus penas, hasta
establecer empeños en que las pusieron sus culpas.
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Lugar particular de Purgatorio en un Puerto |
Vecino
a la cárcel del Purgatorio está el Limbo de los Niños; no de todos
sino de aquellos que murieron muy pequeños o en el seno de sus
madres, sin haber recibido el bautismo para ir al cielo. El Limbo de
los Niños es castigo del pecado original con que nos conciben
nuestras madres, nacemos todos en esta luz, a excepción de la
Santísima Virgen María que fue preservada del pecado original para
poder ser madre de nuestro Dios Jesucristo.
Último
respecto al centro de la Tierra y más próximo respecto a su faz, se
encuentra el Seno de los Padres o Seno de Abraham y el Seno de los
paganos justos; aquí estuvieron detenidas las almas de todos los
justos, que desde el principio del mundo, hasta la muerte de Cristo
nuestro redentor, murieron en amistad de Dios y satisficieron sus
culpas en esta vida o en el Purgatorio en la otra.
Los
pobladores del Seno de Abraham no padecían ningún dolor sensible,
solo la pena de no verse en la presencia de Dios, que quiso hacerlo
así hasta que su divino Hijo satisficiese con su soberano
sacrificio la culpa del pecado original del linaje humano y abriese
el mismo las puertas del cielo para la humanidad redimida y obediente
a Dios. Ellos estaban ahí como en Paraíso, con algunos gozos,
esperando la llegada del Mesías para liberarlos y ser conducidos al
cielo.
Cerca
del Seno de Abraham, pero separados de ellos, estaban los justos
paganos que se inclinaron por el bien, que anhelaban conocer a ese
Dios bondadoso que no conocían, pero que sus almas intuían. Igual
que los pobladores del Seno de Abraham, las almas de los justos
paganos no sufrían en el Seno que habitaban, pero algunos de ellos,
por ser de origen pagano e idólatras, aún tenían en sus manos
algunos ídolos, eran un poco atribulados por los demonios en su
conciencia.
Jesucristo descendió a los Infiernos |
Después
de su sacrificio Redentor, nuestro Señor Jesucristo descendió a los
infiernos para liberar las almas de los justos muertos. Así, nuestro
Señor Jesucristo se hizo de un cortejo de súbditos, para ascender
al cielo y sentarse a la diestra de Dios Padre; le acompañaron solo
los descendientes de varones justos y creyentes del verdadero
Dios. De todos los Limbos, fueron liberados algunos de sus
pobladores o la totalidad de ellos: del Purgatorio, todos aquellos
justos que habían satisfecho por sus culpas y que merecían ser
trasladados a los Limbos; del Limbo de los niños, las almas de los
niños descendientes de los varones justos que vivieron antes del
Patriarca Abraham y cuyos padres fueron adoradores del verdadero
Dios; las almas de los niños descendientes de Abraham que murieron
sin haber sido circuncidados, por la fe de sus padres judíos fueron
trasladados al Seno de Abraham para su liberación, el Seno de
Abraham quedo totalmente desierto de todos sus moradores; del seno
de los paganos justos fueron liberados todos, los que eran
atribulados por los demonios tuvieron que desechar los ídolos que tenían en sus manos y
adorar a Jesucristo como a su Dios, estos fueron conducidos a un
Paraíso particular, no al cielo empíreo.
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