DE LA ORACIÓN
Meditación 30 de San Alfonso María de Ligorio, Doctor de la Iglesia.
San
Alfonso María de Ligorio nos dice en su Meditación 30: "De la
Oración", que debemos dirigirnos a Dios con la oración
continua para así alcanzar su misericordia y nos comunique sus
bienes por su bondad infinita. La oración es comunicación con Dios,
es alabanza al sumo bien y creador de todo, es acción de gracias a
nuestro amoroso redentor; es pedir la intercesión de María
Santísima, Ángeles y Santos, que son los que están en presencia de
Dios para que nos alcancen un favor que tanto ocupamos. Nuestro Señor
Jesucristo nos ha dicho en los evangelios que todo aquello que
pidamos en su nombre nos será concedido por el Padre celestial.
Pidamos las gracias espirituales que son las que más necesita
nuestra alma para la salvación eterna, no nos pasemos pidiendo cosas
materiales que tal vez la perjudiquen y nos hundan más en el pecado.
Orar siempre, desde pequeños. Así se alcanzan las gracias de Dios para santificarnos y llegar al cielo. |
La
persona que hace oración se salva y la que no lo hace se condena. La
oración es salud para el alma, sin ella esta muerta. Dios concede la
salvación y derrama sus gracias sobre aquellos que se lo piden, se
humillan ante Él y le piden perdón por ofenderlo continuamente con
el pecado; los que no lo hacen están perdidos pues Dios tiene
abundantes gracias preparadas para aquellos que lo aman y piden. Con
la oración Dios limpia nuestras almas de las manchas de los
muchísimos pecados veniales que cometemos, el que no ora ensucia su
alma con ellos y con el tiempo se pueden hacer pecados mortales, si
no es que ya los comete. Será un gran remordimiento de conciencia
para el condenado en el infierno al saber que fácilmente, orando,
pudo salvarse.
Santa María Magdalena penitente. Pasó muchos años arrepentida de sus pecados y orando para obtener la gracia del perdón de Dios. |
Para
alcanzar las gracias de Dios se debe orar con humildad, sin soberbia,
sin exigencias, pidiendo y rogando al Dios altísimo. Se debe orar
con total confianza a Dios, como Padre nuestro que es debemos pedirle
con la confianza con que un hijo recurre a su padre, pidámosle
confiadamente teniendo viva fe en que lo conseguiremos. Por la
misericordia de Dios, el justo y el pecador, obtienen lo que se pide
en la oración. Dios concede las gracias temporales de este mundo
solo si sirven para la salvación de nuestras almas; en lugar de
pedir salud y dinero, que son los que pueden perder al alma,
roguemos a Dios por la gracia de la perseverancia final, amor a Dios,
perdón de nuestros pecados, fortaleza, etc. No cesemos de orar
nunca, el enemigo del alma odia al que se acoge a Dios con la oración
y no puede atacarlo para someterlo con el pecado; aquél que ora por
un tiempo y después se olvida de hacerlo es atacado ferozmente por
el enemigo infernal, con muchos espíritus malignos, hasta hacerlo
caer en pecados gravísimos de los cuales no podrá salir nuevamente
sin la ayuda de Dios.
San Roque orando, rogando a la Virgen para detener la epidemia. |
Para
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30 de San Alfonso María de Ligorio: "De la Oración", dar
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"De la Oración", dar clic en la siguiente imagen:
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