Buscar en este blog

sábado, 11 de noviembre de 2017

"De la Sagrada Comunión". Meditación 34 de San Alfonso María de Ligorio.

DE LA SAGRADA COMUNIÓN

Meditación 34 de San Alfonso María de Ligorio, Doctor de la Iglesia.




Presencia real de Cristo en la Eucaristía.




San Alfonso María de Ligorio nos dice en su Meditación 34: "De la Sagrada Comunión", de la maravillosa forma que ideó nuestro Señor Jesucristo para permanecer en la tierra con todos los creyentes en Él. Jesucristo iba a subir al cielo, después de su gloriosa resurrección, a sentarse a la diestra del Padre celestial; antes de su pasión y muerte pensó en como estar cerca de nosotros para darnos su amor y fortalecer nuestro cuerpo y espíritu contra las tentaciones del maligno, del mundo y de la carne. Al darnos su cuerpo y sangre, nos da su alma y divinidad; así, su Santo Espíritu podría actuar en nosotros estando en gracia divina y Dios no nos negaría la gracia que le pidiéramos.




Cristo instituye la Eucaristía en la última cena.




Nuestro Señor Jesucristo no se conformó con unírsenos en la naturaleza humana, además quiso también unírsenos íntimamente en cuerpo y alma en el Sacramento de la Eucaristía. Todo lo hace por amor, por ese amor inmenso que nos muestra en su encarnación, pasión y muerte y en este Sagrado Sacramento. Así nos ayuda a permanecer fieles a Él, al fortalecernos y unir nuestros corazones a su Sacrantísimo Corazón, si perseveramos hasta el fin, con su ayuda lograremos la salvación eterna.




Por su inmenso amor Cristo baja del cielo y
permanece en la ostia y vino consagrados.





Nuestro Señor Jesús nos dice en los evangelios que él que no come su carne y bebe su sangre no tendrá vida eterna, si somos renuentes a recibir a Jesucristo en la eucaristía nuestra condenación en el infierno es segura, al rechazarlo en esta forma, en no vivir en gracia de Dios y en consecuencia en manos del demonio. Por amor a Dios, con este Sacramento nos vemos forzados a recibirlo con nuestras almas puras y limpias, después del Sacramento de la Confesión. Debemos comulgar frecuentemente para llegar al manantial y fuente de la perfección; al penetrar Jesús en nosotros con la eucaristía lleva consigo un riquísimo tesoro de gracias, es Cristo viviendo en nosotros, ayudando a santificarnos.




"El que come mi carne y bebe mi sangre tendrá vida eterna".


Al comulgar Cristo vive en el comulgante
 y lo ayuda a santificarse.




Para leer el e-book, imprimir o descargar el archivo pdf, de la Meditación 34 de San Alfonso María de Ligorio: "De la Sagrada Comunión", dar clic en la siguiente imagen de libro abierto:




e-book:





Para ver el video de la Meditación 34 de San Alfonso María de Ligorio: "De la Sagrada Comunión", dar clic en la siguiente imagen:



VIDEO:



No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.