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jueves, 29 de diciembre de 2016

Devoción al Sagrado Corazón. Junio 3: "El Sagrado Corazón, Modelo de Obediencia."

MES DE JUNIO DEDICADO AL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS





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ACTO DE CONTRICIÓN


¡Dulcísimo Corazón de Jesús, que en este Divino Sacramento estás vivo e inflamado de amor por nosotros! Aquí nos tienes en vuestra presencia, pidiendo perdón de nuestras culpas e implorando vuestra misericordia. Nos pesa, ¡oh buen Jesús!, haberte ofendido, por ser Vos tan bueno que no mereces tal ingratitud. Concédenos luz y gracia para meditar tus virtudes y formar según ellas nuestro pobre corazón. Amén.



DÍA 3: EL SAGRADO CORAZÓN, MODELO DE OBEDIENCIA


I. El Sagrado Corazón de Jesús es modelo de la más perfecta obediencia. Para dar el mayor y más fino ejemplo de ella, baja el Verbo a este valle de lágrimas, y toda su vida mortal puede compendiarse en esta sola palabra: obedecer. Es Rey de los cielos, y obedece. Es Dueño de todo lo creado, y obedece. Es árbitro poderoso de cuanto existe, y no obstante obedece.


¿Y, a quién obedece? Además de la obediencia de continuo prestada al Padre celestial, los demás a quienes obedeció fueron siempre criaturas suyas, y por tanto infinitamente inferiores a Él. Le mandaba María, le mandaba José, le mandaba el juez impío, le mandaban los verdugos. Y a todos obedecía. Hoy mismo, en este augusto Sacramento obedece a la voz de sus ministros, a quienes ha dado en cierto modo la facultad de mandarle colocarse en nuestros altares.


¡Oh confusión de mi orgullosa independencia! El gusano vil no gusta sino mandar y hacer su propia voluntad, cuando Dios mismo le da el ejemplo de tan rendida obediencia! Avergüénzate aquí, corazón mío, y aprende del Sagrado Corazón tan excelente virtud.


Medítese unos minutos.


II.¡Oh Señor! Si toda tu vida fue obedecer, la mía, infeliz y desdichada, fue siempre continua desobediencia. Soy un miserable esclavo que nunca ha sabido más que rebelarse contra tu suavísima voluntad. Mi rey ha sido mi gusto, mi regla los vanos antojos de mi veleidoso corazón. Obedecías Vos, y yo insolente pretendía elevarme con el mando. Te hacíais Vos esclavo, y yo quise darme en todo, aires de señor.


En mi corazón he levantado tronos y altares; pero no han sido para Vos, sino para dar culto en ellos a mis ambiciosas pretensiones, a mi insensata arrogancia. ¿Qué freno hubo que me contuviese? ¿Qué valla me pusiste que yo no saltase? ¿Qué precepto me dictaste que yo no rompiese?


¡Oh siervo rebelde, digno del más infame castigo! ¡Oh mal esclavo, merecedor de la cárcel perpetua! ¡Oh hijo porfiado, indigno de la herencia de tan buen padre! Pero, perdóname, Jesús mío; perdona al extraviado, que sumiso ya y lloroso vuelve a Dios. Manda, Señor, que a mí me toca obedecer. Prometo desde hoy a tu ley, a tus inspiraciones, a tus ministros, a mis superiores, formal, perpetua y decidida obediencia.


Medítese, y pídase la gracia particular.



ORACIÓN Y ACTO DE CONSAGRACIÓN


Rendido a tus pies, ¡oh Jesús mío!, considerando las inefables muestras de amor que me has dado y las sublimes lecciones que me enseña de continuo tu adorabilísimo Corazón, te pido humildemente la gracia de conocerte, amarte y servirte como fiel discípulo tuyo, para hacerme digno de las gracias y bendiciones que generoso concedes a los que de veras te conocen, aman y sirven.


¡Mira que soy muy pobre, dulcísimo Jesús, y necesito de Ti como el mendigo de la limosna que el rico le ha de dar! Mira que soy muy ignorante, oh soberano Maestro, y necesito de tus divinas enseñanzas, para luz y guía de mi ignorancia! ¡Mira que soy muy frágil, oh poderosísimo amparo de los débiles, y caigo a cada paso, y necesito apoyarme en Ti para no desfallecer! Sé todo para mí, Sagrado Corazón: socorro de mi miseria, luz de mis ojos, báculo de mis pasos, remedio de mis males, auxilio en toda necesidad. De Ti lo espera todo mi pobre corazón. Tú lo alentaste y convidaste cuando con tan tiernas palabras, dijiste repetidas veces en tu Evangelio: Venid a Mí,... Aprended de Mí... Pedid, llamad... A las puertas de tu Corazón vengo pues hoy, y llamo, y pido, y espero. Del mío te hago, oh Señor, firme, formal y decidida entrega. Tómalo, y dame en cambio lo que sabes me ha de hacer bueno en la tierra y dichoso en la eternidad. Amén.


Aquí se rezará tres veces el Padre Nuestro, Ave María y Gloria, en recuerdo de las tres insignias, cruz, corona y herida de la lanza, con que se apareció el Sagrado Corazón a Santa Margarita María Alacoque.




Para ver el video de la Devoción al Sagrado Corazón de Jesús, Junio 3: "El Sagrado Corazón, modelo de Obediencia", dar clic en la siguiente imagen:


VIDEO:



Devoción al Sagrado Corazón. Junio 2: "El Sagrado Corazón, Modelo de Humildad."

MES DE JUNIO DEDICADO AL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS






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ACTO DE CONTRICIÓN


¡Dulcísimo Corazón de Jesús, que en este Divino Sacramento estás vivo e inflamado de amor por nosotros! Aquí nos tienes en vuestra presencia, pidiendo perdón de nuestras culpas e implorando vuestra misericordia. Nos pesa, ¡oh buen Jesús!, haberte ofendido, por ser Vos tan bueno que no mereces tal ingratitud. Concédenos luz y gracia para meditar tus virtudes y formar según ellas nuestro pobre corazón. Amén.




DÍA 2: EL SAGRADO CORAZÓN, MODELO DE HUMILDAD


I. Mira, alma mía, la profundísima humildad del Corazón de Jesús. Siendo Jesucristo Dios, y como tal potentísimo y excelso, no le bastó hacerse Niño en las entrañas de una mujer, y nacer luego en una cueva de animales, y trabajar más tarde en un taller, y morir, finalmente, como reo miserable en una cruz. Aún después de su existencia mortal vive glorioso en el cielo, es verdad, “pero en la tierra vive humillado y abatido”.


Contémplale en este Sacramento. Ha escogido para vivir entre nosotros las apariencias más modestas. Se deja encerrar como prisionero en el fondo de nuestros pobres tabernáculos, en nuestras iglesias mil veces desiertas y abandonadas. ¡Ah mi buen Jesús! Cómo eres Tú el mismo hoy que cuando naciste en Belén, trabajaste en Nazareth, recorrías a pie los campos y aldeas de Judea, y morías entre injurias y desprecios en el Calvario! No has cambiado tu condición llana y sencilla; no has dejado tus humildes maneras, a fin de que se acerquen a Ti sin temor los pobres y pequeños, y aprendan en Ti sencillez y humildad los vanos y orgullosos.


¡Oh! ¡humildísimo Jesús! ¡Enséñame a mí, altivo y presuntuoso que soy, esta santa virtud de la humildad!


Medítese unos minutos.


II.Me avergüenzo y me espanto ¡oh Jesús mío! cuando doy una mirada a mi pobre corazón. Es todo al revés del vuestro, tan sencillo y tan humilde. Está lleno de vanidad, presunción, necio orgullo, insaciable amor propio. Busca siempre el aplauso y la alabanza, sobresalir y brillar, obscurecer a los demás, hacerse superior a todos.


No son éstas las lecciones de tu humildísimo Corazón. Tú me quieres humilde para con Dios, para con mis prójimos y para conmigo mismo.


Para con Dios, reconociéndome siervo y discípulo suyo, acatando sin murmurar todas sus disposiciones, sujetándome sin réplica a su dulce Providencia, agradeciendo como cosa suya todo lo que de bueno haya en mí.


Para con mis prójimos, portándome como si fuese el menor de todos ellos, sufriéndolos con caridad, tratándolos con dulzura, perdonando sus injurias, huyendo sus aplausos y alabanzas.


Para conmigo mismo, teniéndome por lo que soy, criatura miserable, indigna del polvo que piso, del cielo que contemplo y del aire que respiro, reconociéndome infeliz pecador que sólo por la divina compasión no ardo ya en los infiernos.


¡Corazón de Jesús humilde! Dame ese espíritu de perfecta humildad, para que consiga sentarme un día en el trono que reservas a tu lado a los humildes como Tú.


Medítese, y pídase la gracia particular.




ORACIÓN Y ACTO DE CONSAGRACIÓN


Rendido a tus pies, ¡oh Jesús mío!,considerando las inefables muestras de amor que me has dado y las sublimes lecciones que me enseña de continuo tu adorabilísimo Corazón, te pido humildemente la gracia de conocerte, amarte y servirte como fiel discípulo tuyo, para hacerme digno de las gracias y bendiciones que generoso concedes a los que de veras te conocen, aman y sirven.


¡Mira que soy muy pobre, dulcísimo Jesús, y necesito de Ti como el mendigo de la limosna que el rico le ha de dar! Mira que soy muy ignorante, oh soberano Maestro, y necesito de tus divinas enseñanzas, para luz y guía de mi ignorancia! ¡Mira que soy muy frágil, oh poderosísimo amparo de los débiles, y caigo a cada paso, y necesito apoyarme en Ti para no desfallecer! Sé todo para mí, Sagrado Corazón: socorro de mi miseria, luz de mis ojos, báculo de mis pasos, remedio de mis males, auxilio en toda necesidad. De Ti lo espera todo mi pobre corazón. Tú lo alentaste y convidaste cuando con tan tiernas palabras, dijiste repetidas veces en tu Evangelio: Venid a Mí,... Aprended de Mí... Pedid, llamad... A las puertas de tu Corazón vengo pues hoy, y llamo, y pido, y espero. Del mío te hago, oh Señor, firme, formal y decidida entrega. Tómalo, y dame en cambio lo que sabes me ha de hacer bueno en la tierra y dichoso en la eternidad. Amén.


Aquí se rezará tres veces el Padre Nuestro, Ave María y Gloria, en recuerdo de las tres insignias, cruz, corona y herida de la lanza, con que se apareció el Sagrado Corazón a Santa Margarita María Alacoque.



Para ver el video de la Devoción al sagrado Corazón de Jesús, Junio 2: "El Sagrado Corazón, Modelo de Humildad", dar clic en la siguiente imagen:



VIDEO:


"Del alma de una pequeña niña", Revelaciones de Santa Matilde de Hackeborn.


REVELACIONES DE SANTA MATILDE DE HACKEBORN


EL LIBRO DE LA GRACIA ESPECIAL



QUINTA PARTE


CAPÍTULO 12


14. DEL ALMA DE UNA PEQUEÑA NIÑA LLAMADA E. DE ORLAMUNDE.







Una dama hasta antes del nacimiento de su hijo se lo había dedicado a Dios con la intención de desposar al Señor la hija que Él podía darle. Esta niña murió en el segundo año de su edad, y su alma apareció a la sierva de Dios bajo la forma de una virgen muy bella, revestida de una túnica rosa y de un manto de oro bordado de azucenas tan blancas como la nieve. Ésta le dice a la niña: "¿De donde te viene tanta gloria? " Ella Respondió: “El Señor en su bondad me confió estos dones; la túnica rosa significa que yo era naturalmente cariñosa; el manto de oro, es el vestido de la religión. El Señor me lo dio porque mi madre me había destinado a la vida religiosa; o ... todo de lo que el Señor me habría enriquecido si hubiera practicado la perfección religiosa, me lo concede ahora por un efecto de su liberalidad; hasta me atribuye, como mérito particular, de haber sido consagrada a Dios desde el seno de mi madre.”

Y como estas palabras le causaban una gran sorpresa a la sierva de Dios, el Señor le explicó lo que sigue: "¿Por qué te asombras? ¿ Acaso los niños bautizados no son salvados por la fe de otros? Cuando la madrina consagró a la religión cristiana a la niña ella asume la responsabilidad. Si el niño llega a morir, es salvado por esta promesa; lo mismo aquí, acepté la voluntad formal de la madre por la fe y la atribuí a la niña para una recompensa eterna todos los bienes que su madre le había deseado. Ella le hizo esta pregunta al Señor: " ¿ Pero por qué, o mi bien amado, ustedes se llevaron tan pronto a esta niña "? Él le respondió: "Lila era tan amable que no era oportuno para ella de quedarse sobre la tierra. Además, su padre, después de la muerte de su hija mayor, habría anulado el voto de su madre y lo habría guardado para el siglo. "

Para ver el video de la Revelación a Santa Matilde de Hackeborn: "Del alma de una pequeña niña llamada E. de Orlamunde", de su Libro de la Gracia Especial.


VIDEO:





BIBLIOGRAFÍA UTILIZADA:

  1. Maison Alfred Mame et fils (1921) "Le Livre de la Gratia Espéciale Révélationes de Sainte Mechtilde" (nouvelle édition, revue et corrigée. Tours et Paris





miércoles, 28 de diciembre de 2016

"De cómo un mozo vaquerizo aprendió a hablar todas las lenguas y fin muy espantoso que tuvo", Relato del Papa San Gregorio Magno.

Del libro de San Gregorio Magno, Papa


DIÁLOGOS



CAPÍTULO XXXIV


De cómo un mozo vaquerizo recibió el don de hablar toda lengua y fin muy espantoso







Así como éstos que he dicho pudieron conocer por revelación las cosas venideras, así pueden saber algunas veces las almas que están cerca de la muerte los secretos celestiales no soñando mas velando. Que bien conociste a Amonio, monje de mi monasterio, el cual, cuando estaba en hábito seglar, casó con una hija natural de Valeriano, abogado de esta ciudad de Roma. El entraba y salía muchas veces en casa del dicho Valeriano, él lo servía con todo cuidado y sabía bien todo lo que se hacía en su casa.

Y como yo estaba en el monasterio, me decía este monje Amonio que, en la gran mortandad que en tiempo de Narsa Patricio ocurrió en esta ciudad, estaba en casa de Valeriano un mozo vaquerizo de gran simpleza y humildad. Y como entró la pestilencia en casa del dicho Valeriano y murieron muchos por ella, fue afectado aquel mozo vaquerizo. Y acercándose a la muerte fue robado en esa hora de la vida presente. Y regresando en sí en poco tiempo, mandó que le llamaran a su señor y le dijo: “Yo fui llevado al cielo y supe los que han de morir en esta casa, y morirán Fulano y Fulano. Y tu no temas que no morirás ahora, y para que tu sepas que fui llevado al cielo, yo recibí allá la gracia de saber hablar todas las lenguas. Y bien sabes tu que yo no sabía hablar griego, y ahora lo se hablar. Y Como su señor le hablase en griego, le respondió el mozo en la lengua griega, de manera que todos los que estaban presentes se maravillaron.

Y aún estaba en casa del dicho patricio Narsa un escudero de la nación de Bulgaria. Y lo llamaron rápidamente y le habló en la lengua de Bulgaria, Y aquel mozo vaquerizo que nació en Italia, así le respondió en aquella lengua de Bulgaria, como si fuera nacido y criado en ella. Y todos los que le habían oído hablar se maravillaban. Y por el habla de esas dos lenguas que primero no sabía creyeron, sin alguna duda, que sabía hablar en todas las otras lenguas. Y al día tercero por juicio de Dios, no conocido por los hombres, se despedazó los brazos con los dientes, y así le salió el alma del cuerpo. Y desde que estuvo muerto, murieron luego en pos de él los otros que el dijera primero, que no falleció alguno de aquella casa por aquella pestilencia de los que él no nombró por su lengua. (1)



Dios lo llevó al Cielo. Volvió en sí, pero cambió... condenado al  Infierno
 
 


Para ver el video de relato del Papa Gregorio Magno, de su libro: DIÁLOGOS : “De cómo un mozo vaquerizo aprendió a hablar todas las lenguas y fin muy espantoso que tuvo”, dar clic en la siguiente imagen:
 



BIBLIOGRAFÍA UTILIZADA:



  1. Tesis de José Saenz Herrero dirigida por José Fernández López: "Edición y estudio de la traducción castellana de los diálogos, atribuidos a Gregorio Magno, versión al Castellano realizada por Gonzalo de Ocaña (S. XV). Pag. 280. Publicado por la Universidad de la Rioja, España. "

jueves, 22 de diciembre de 2016

Maravilloso ejemplo de la grandeza de los gustos en el Cielo, Por el Padre Jesuita Martín de Roa.



Del libro del Padre Martín de Roa, de la Compañía de Jesús
 

ESTADO DEL LOS BIENAVENTURADOS EN EL

 CIELO



 
CAPÍTULO XVII



Maravilloso ejemplo de la grandeza de los gustos en el cielo: Dios mostró a un monje la eternidad y regresó 300 años después al Convento

  









El Padre Martín de Roa, de la Compañía de Jesús, en  Huesca, España,  escribió un libro en el año 1628, titulado: "Estado de los Bienaventurados en el Cielo". En el cita un bello ejemplo narrado en otro libro: "El Espejo de los Ejemplos", el relato es el siguiente:


El glorioso padre San Agustín, libro tercero de libre arbitrio: que como también sabía dar su punto a cada cosa, por tan inferiores tuvo los gustos del mundo, comparados con los del Cielo, que no dudó afirmar, ser mejor gozar de estos por un solo día, que de los otros por millares de siglos. Señalada muestra de esto fue, lo que de un santo monje se cuenta en el Espejo de los ejemplos. Pedía a nuestro Señor se le enseñase como se entiende aquel verso de David: mil años a vuestra vida, son Señor, como un día que pasó ayer. Estando un día en esta consideración, se le apareció un ave de muy agradable parecer, volando cerca de su persona: le llevó tras la vista la afición, y la fue siguiendo, hasta salir a un espacioso y cerrado bosque cercano al Monasterio. Allí lo entretuvo la avecilla con la suavidad de su canto no menos de 300 años; tan arrebatado, y suspenso, que ni comió, ni bebió, ni sintió hambre, ni sed. Pasado este tiempo lo dejó la ave, y vuelto en sí, se persuadió, que aquella noche acabados Maitines había salido del Monasterio. Se recogió a él, llamó a la puerta: y preguntado del portero quien era, respondió, el Sacristán soy de esta casa, que salí fuera esta noche, después de Maitines. Lo tuvo el portero por falta de seso: porque conocía muy bien quien hacía el oficio, y a él no lo conocía. Le preguntó más, quién era su Abad, Prior, Procurador, y Monjes su compañeros. Se los nombró, tan desconocidos para él, como el mismo que los nombraba. Viendo el Monje, que aún con todo ello no le daba puerta, le rogó le llevase al Abad. Puesto en su presencia, dio razón de quien era, de su Abad, y Monjes de aquel monasterio, con tanta sencillez, y verdad, que obligó a mirar los libros antiguos. Hallaron en ellos, que había sido aquello así, trecientos años antes del tiempo en el que estaban. Refrió entonces él, lo que le había pasado: y como quien había recibido ya prendas de la gloria del Cielo, le dio enfado la tierra. Recibió con afectuosa devoción los Sacramentos de aquel último trance, y pasó de esta vida a gozar de la suavidad eterna, que había comenzado a gustar en la tierra.
 


François-Xavier Fabre - Saint Antoine de Padoue introduisant deux novices frères dans un paysage montagneux
A un monje, Dios le mostró la eternidad y regresó 300 años después

  



Para ver el video correspondiente al texto escrito por el Padre Jesuita Martín de Roa en su libro: "Estado de los Bienaventurados en el Cielo",  del relato real, de la Eternidad que le reveló Dios a un monje santo,  dar clic en la siguiente imagen:




 VIDEO:


 

sábado, 17 de diciembre de 2016

"Y de allí ha de venir a juzgar a los vivos y a los muertos", Artículo 7º del Credo de los Apóstoles, explicado por San Tomás de Aquino.

 Y DE ALLÍ HA DE VENIR A JUZGAR A LOS VIVOS Y A LOS MUERTOS



 Artículo 7 del Credo de los Apóstoles, explicado por San Tomás de Aquino, Doctor de la Iglesia.









Nuestro Señor Jesucristo ha sido constituido por Dios Juez de vivos y muertos. Como Rey de toda la creación, dueño de todo lo existente, Jesucristo es Señor. Como Hijo de Dios y Dios con el Padre Celestial, en el Espíritu Santo, lo sabe todo, lo puede todo, lo oye todo, nada escapa a su escrutinio, las acciones e intenciones más secretas de los hombres están ante Jesucristo. Como Juez Divino, Jesucristo juzga a todos los hombres que mueren, ni un solo hombre que muere en el mundo escapa de su santo Juicio, somos juzgados por Él por el amor que tuvimos a Dios y a nuestro prójimo. Jesucristo será el que juzgue a todos lo hombres en el Juicio Universal. Después de que todos los hombres sean resucitados por el poder de Dios, serán apartados por los ángeles de Dios: los hombres buenos a la derecha de Jesucristo, los hombres malos y pecadores a la izquierda. Ya no habrá misericordia en ese día, no habrá clemencia para el que no tuvo clemencia. Debemos temer el Juicio universal porque todas nuestras acciones buenas y malas serán consideradas para nuestra salvación.




Juicio de una alma





Jesucristo es el Santísimo, el Dios hecho Hombre para reconciliar a la humanidad entera con el Padre Celestial, después del pecado original que cometieron Adán y Eva; Él se hizo hombre, enviado por el Padre Celestial, porque Dios se compadeció de toda la raza humana, que en lugar de ir al Cielo descendía toda al infierno; por la concupiscencia, el demonio y el mundo, el Hombre no puede dejar el pecado, ni dejar de seguir pecando sin la gracia de Dios, gracia que solo Dios derrama sobre la humanidad al aceptar el sacrificio cruento en la Cruz que tuvo que padecer el Verbo Divino encarnado por la humanidad de todos los tiempos: Jesús. Jesucristo es Santo y nos quiere santos, nos pide que seamos santos, que seamos perfectos, como lo es el Padre celestial. Haciendo la voluntad del Padre Celestial somos considerados hermanos de Cristo, Hijos del Padre Celestial si nos bautizamos, así somos herederos del reino celestial que desde el principio de la creación del hombre Dios tiene destinado para nosotros.





Y de allí ha de venir a juzgar a los vivos y a los muertos






Para leer el e-book, imprimir o descargar el archivo pdf,  de la Explicación de San Tomás de Aquino del Artículo 7 del Credo de los Apóstoles: "Y allí ha de venir a juzgar a los vivos y a los muertos", dar clic en el siguiente enlace:










Para visualizar el contenido del e-book, puede no ser para lectura:



e-book:





Para ver el video de la Explicación de San Tomás de Aquino del  Artículo 7 del Credo de los Apóstoles: "Y de allí ha de venir a juzgar a los vivos y a los muertos", dar clic en la siguiente imagen:



VIDEO:


jueves, 8 de diciembre de 2016

"Como podemos rezar con éxito por las almas de los difuntos", Revelaciones de Santa Matilde de Hackeborn.

   

REVELACIONES DE SANTA MATILDE DE HACKEBORN



EL LIBRO DE LA GRACIA ESPECIAL




QUINTA PARTE


CAPÍTULO XVIII




19. Como podemos rezar con éxito por las almas de los difuntos.





Un día que había comulgado y ofrecido a Dios la Hostia preciosa para la liberación de almas, la remisión de sus pecados y la reparación de sus negligencias, el Señor le dice: "Reza por ellas el Padrenuestro en unión con la intención que tuve saliendo de mi Corazón para enseñárselo a los hombres. " Al mismo tiempo la inspiración divina le reveló lo que sigue:


Para las primeras palabras: "Padre Nuestro que estás en los cielos", debemos pedir para las almas el perdón de la falta cometida hacia un Padre tan adorable y tan amable. Su bondad, en efecto, a elevar a los hombres a tal honor de que son nombrados y son en realidad los hijos de Dios. Ellos, al contrario, no aman y reverencian a Dios; no le han dado el honor que se le debe; le tienen frecuentemente irritado por los mismos pecados que hieren su corazón, donde había resuelto reinar como en su cielo. Rogamos entonces en unión de esta amorosa satisfacción ofrecida por ellos por su hermano inocente Jesucristo, de modo que el Padre reciba en reparación del pecado, el amor del Corazón divino con el honor y la reverencia que le han sido dados por el Dios hecho hombre.





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Jesús enseña el Padre nuestro

 



"Santificado sea tu nombre", en reparación de que los hombres no han respetado el nombre de Dios, el nombre de tal Padre; de que lo tomaron en vano o demasiado a menudo olvidado, y se hicieron indignos, por su vida depravada, de ser llamados con el nombre de cristianos, lo que tenían del Cristo. Pedimos entonces al Padre dignarse aceptar la tan perfecta santidad con la cual el Hijo exaltó su nombre en todos sus discursos, y lo honró con todos los actos de su santa Humanidad.


"Venga a nosotros tu reino." Con estas palabras Jesucristo tenía la intención de pedir el perdón para las almas que no tenían bastante deseó del reino de Dios, ni aspiraron al mismo Dios quién quiere ser buscado diligentemente, porque solo Él es el verdadero descanso y la alegría eterna. Rogamos entonces al Padre aceptar el muy santo deseo que siente su amable Hijo de tener aquellos para herederos de su reino, y de reparar por su amor la tibieza que mostraron por el bienestar.





Jesús y el joven rico que mostró tibieza para seguirlo





"Hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo." Los hombres no han preferido la voluntad de Dios a la suya, ellos no le han amado en todas las cosas. Pedimos entonces al Padre olvidar esta desobediencia, en virtud del muy amado Corazón de su Hijo unido con el suyo por la muy pronta sumisión que le hizo obediente hasta la muerte. Ella conoció en particular que las personas religiosas pecan mucho contra estas palabras: hágase tu voluntad, etc... porque raramente ofrecen su voluntad a Dios; y, cuando ellas la han ofrecido, a menudo se la retiran. Por eso es muy necesario mencionarles esta demanda, porque su negligencia los retiene después de la muerte en un gran alejamiento de Dios.


"Danos hoy nuestro pan de cada día." Muchas almas no han recibido el muy noble y tan provechoso sacramento de la Eucaristía con bastante deseo, de devoción y de amor, y fueron indignas de él; un número más grande todavía lo tiene sólo raramente o jamás lo han recibido. Rogamos al Padre que acepte el amor iluminado, el inefable deseo, la gran santidad y la devoción que tenía Jesucristo su Hijo cuando nos hizo este don supremo.


"Y perdona nuestras ofensas como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden." A estas palabras debemos pedir perdón por todas las faltas cometidas por las almas, es decir por los siete pecados capitales y todos aquellos que derivan de ellos, implorar también el perdón para los que se negaron a amar a sus adversarios y a reconciliarse con ellos, y en fin suplicar a Dios aceptar la oración tan amorosa de su Hijo por sus enemigos.





Almas en el Purgatorio






"Y no nos dejes caer en tentación": es decir perdona a esas almas de no haber resistido a los vicios y a la concupiscencia, y de estar voluntariamente implicadas en el dolor cediendo al diablo y a la carne. Rogamos que el Padre celestial acepte, en reparación de todas estas faltas, la gloriosa victoria que Cristo obtuvo sobre el diablo y el mundo, de aceptar toda entera su muy santa vida con sus trabajos y sus sufrimientos, y por fin le pedimos librar esas almas de todo dolor y de conducirlas al reino de gloria que es Él mismo. Amen.


Cuando hubo recitado la Oración dominical a las antedichas intenciones, vio una gran multitud de almas dar gracias a Dios por su liberación, con una alegría extrema. (1)




Almas liberadas agradeciendo





Para ver el video de la Revelación de Santa Matilde de Hackeborn: "Como podemos rezar con éxito por las almas de los difuntos", dar click en la siguiente imagen:




VIDEO:





BIBLIOGRAFÍA UTILIZADA:

  1. Maison Alfred Mame et fils (1921) "Le Livre de la Gratia Espéciale Révélationes de Sainte Mechtilde" (nouvelle édition, revue et corrigée. Tours et Paris


jueves, 1 de diciembre de 2016

"Estado de los Condenados en el Infierno", Padre Jesuita Martín de Roa.



 ESTADO DE LOS CONDENADOS EN EL INFIERNO





Padre Martín de Roa, de la Compañía de Jesús






Dios, en su justa ira, diseño el infierno para Satanás y sus demonios, después de la rebelión de Lucifer y sus seguidores en el cielo. Por lo tanto, el Infierno es justo e inmutable. Si Adán y Eva no hubiesen cometido el pecado original, bien pudieron hacerlo si hubieran obedecido, todos sus descendientes hubieran ido al Cielo después de vivir un tiempo en la tierra. Pero, por el pecado original entró al mundo la enfermedad y la muerte, ahora todos irán al Infierno a hacerle compañía a Satanás y sus demonios. Hasta que Jesucristo reconcilie al hombre con su Padre Celestial y el que quiera seguirlo, aprovechando los méritos infinitos del Hijo Único de Dios, podrá ir al Cielo. Pero, no todos se convierten y conocen a Dios y su Cristo, esos son presa del demonio. El alma del réprobo es conducida al Infierno inmediatamente después del Juicio Particular, en el que el Justo Juez dicta la sentencia de condenación para aquél que por gozar en el mundo intereses de cuerpo, no permitidos por las leyes divinas, descuidó la salvación de su alma.





Los Lebreles lo despedazan dos veces diariamente






El condenado en el infierno es digno de lástima: estará en el infierno por toda la eternidad, atormentado por su conciencia y por el fuego que nunca acaba. Ha perdido a Dios y Él ya no habita más en su alma, ese es el mayor tormento del condenado. Todo réprobo en el Infierno sabe que hubieran bastado unos instantes para arrepentirse de su mala vida y mover a Dios a misericordia.. Así, de este modo, todos los pecadores debieran hacerlo, encomendarse a Dios, en vida… pero no lo hacen, prefieren seguir en los vicios y el pecado, así el demonio tiene cada vez más imperio sobre sus almas y les hace muy difícil encontrar la conversión a Dios y el arrepentimiento de corazón tan necesarios para que Él les muestre su Misericordia y puedan salvarse. A ellos, que así endurecen su corazón, les llega la muerte repentina y sus almas no pueden ir al Cielo con Dios, están manchadas por los pecados mortales y su destino es el Infierno. La justicia de Dios es terrible en el infierno… no se puede rechazar a todo un Dios perfectísimo y de majestad infinita. Los poderosos y perversos demonios serán crueles verdugos de los condenados hasta antes del Juicio Universal, después, Dios calmará los ímpetus de Satanás. Ellos no pueden hacer nada, todos se odian y odian todo… por no tener más a Dios en sus almas.





Infierno: Todos se odian, atormentados pasan del frío al calor






Para leer el e-book del texto escrito por el Padre Martín de Roa, de la Compañía de Jesús, titulado: "Estado de los Condenados en el Infierno", dar clic en el siguiente enlace:





  
Para visualizar el texto escrito por el Padre Martín de Roa, de la Compañía de Jesús, titulado: "Estado de los Condenados en el Infierno", dar clic en la siguiente imagen de libro abierto:




e-book:






Para ver el video  correspondiente al  texto escrito por el Padre Martín de Roa, de la Compañía de Jesús, titulado: "Estado de los Condenados en el Infierno", dar click en la siguiente imagen de libro abierto:



VIDEO: