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sábado, 22 de febrero de 2020

"Castigos del infierno para hacer perecer a la raza humana y salvación de algunas almas por aquellos que se inmolan". Cuadernos 1943, 23 de abril. María Valtorta

"CASTIGOS DEL INFIERNO PARA HACER PERECER A LA RAZA HUMANA Y SALVACIÓN DE ALGUNAS ALMAS POR AQUELLOS QUE SE INMOLAN"

Cuadernos 1943 
23 DE ABRIL

Mística italiana María Valtorta


23 de abril
Mañana del Viernes Santo



Dice Jesús:

    «La primera vez mi Padre, para purificar la tierra, mandó un baño de aguas, la segunda un baño de sangre, ¡y de qué Sangre! Ni el primero ni el segundo baño han valido para hacer de los hombres hijos de Dios. Ahora el Padre está cansado, y para hacer perecer la raza humana deja que se desencadenen los castigos del infierno, porque los hombres han preferido al Cielo el infierno y su dominador, Lucifer, les tortura para empujarles a blasfemar y hacerles completamente hijos suyos.







    Yo vendría a morir por segunda vez, para salvarles de una muerte más atroz todavía... Pero mi Padre no lo permite... Mi Amor lo permitiría, la Justicia no. Sabe que sería inútil. Por ello vendré tan sólo en la última hora. Pero ¡ay de los que en aquella hora me verán habiendo elegido por su señor a Lucifer! No se necesitarán armas en manos de mis ángeles para vencer la batalla contra los anticristos. Bastará mi mirada.

    ¡Oh! ¡sí los hombres supieran todavía volverse a Mí que soy la salvación! Sólo deseo esto y lloro porque veo que nada es capaz de hacerles levantar la cabeza hacia el Cielo desde donde Yo les extiendo mis brazos.

    Sufre, María, y di a los buenos que sufran para suplir mi segundo martirio que el Padre no quiere que Yo cumpla… A cada criatura que se inmola le es concedido salvar algún alma. Alguna... y no es para sorprenderse el que sean pocas las concedidas a cada pequeño redentor si se piensa que Yo, el Redentor divino, sobre el Calvario, en la hora de la inmolación, de todos los millares de personas presentes en mi muerte he logrado salvar al ladrón, a Longinos, y a pocos, pocos más...».



Alma víctima: acepta la voluntad de Dios y se ofrece por los pecadores



    Reflexión sobre un discurso que me viene relatado, en el cual está dicho que se cuenta mucho con mis oraciones para obtener algo, habiendo reconocido que aquello que he pedido se ha cumplido.



María Valtorta se ofreció  a Dios como alma víctima, antes de su parálisis



    “No me viene ningún orgullo, sino un más profundo agradecimiento a Dios que es tan bueno que permite que yo sepa obtener la felicidad de otros corazones. Pero a estos corazones quiero decir, y lo diré —especialmente a aquel que esta mañana me ha hecho saber su pensamiento— que lo que se cumple no es por mi mérito. Todos podrían llegar a la misma capacidad si quisieran. No hay un método o un estudio especial para llegar a esta potencia de súplica. Lo importante es hacer del propio corazón un pesebre de Belén para acoger a Jesús niño y de sí mismos una cruz para llevar a Jesús Redentor. Cuando lo llevamos así, indisolublemente, nosotros no somos más que un complemento suyo, y sólo Él es el verdadero protagonista de todo. El secreto para obtener todas las gracias, que el prójimo atribuye a nuestros méritos inexistentes, está únicamente en nuestra anulación en Cristo, tan completa que disuelva nuestra personalidad humana y obligue a Jesús a actuar sólo Él en todo acontecimiento. Nosotros no hacemos sino llevarle las voces de cada uno unidas a un beso de amor. El resto lo hace El”.



    Para ver el video, dar clic en la siguiente imagen:


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