"De la obediencia y sujeción". Tomás de Kempis. Imitación de Cristo, Libro I, Capítulo IX.

DE LA OBEDIENCIA Y SUJECIÓN

IMITACIÓN DE CRISTO

Tomás de Kempis

LIBRO PRIMERO

Contiene avisos provechosos para la vida espiritual

CAPÍTULO IX

De la obediencia y sujeción

Gran cosa es estar en obediencia, vivir bajo Prelado, y no tener voluntad propia. Mucho más seguro es estar en sujeción que en mando. Muchos están en obediencia más por necesidad que por amor; éstos tienen trabajo, fácilmente murmuran, y nunca tendrán libertad de ánimo, si no se sujetan por Dios de todo corazón. Anda de una parte a otra, no hallarás descanso sino en la humilde sujeción al Prelado. La idea de mudar de lugar ha engañado a muchos.

Verdad es que cada uno se rige de buena gana por su propio parecer, y se inclina más a los que siguen su sentir. Mas si Dios está entre nosotros, necesario es que renunciemos algunas veces a nuestro parecer por el bien de la paz. ¿Quién es tan sabio que lo sepa todo enteramente? Pues no quieras confiar demasiado en tu opinión, mas gusta también de oír de buena gana el parecer ajeno. Si tu parecer es bueno y lo dejas por agradar a Dios y sigues el ajeno, más aprovecharás de esta manera.

Muchas veces he oído decir que es más seguro oír y tomar consejo que darlo. Bien puede también acaecer que sea bueno el parecer de uno; mas no querer sentir con los otros, cuando la razón o las circunstancias lo piden, es señal de soberbia y pertinacia.

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"Le libra de morir de unas estocadas". Prodigio 10 del Escapulario del Carmen.

LE LIBRA DE MORIR DE UNAS ESTOCADAS

 Prodigio 10 de la Santísima Virgen del Carmen

El cofrade Miguel Palau no sabía de aquellos dos enemigos que querían su muerte, hasta que pasan junto a él para quitarle la vida mediante fuertes estocadas con sus espadas. Miguel no se imaginaba la gran ayuda celestial que recibiría para preservar su vida. Después, henchido de gozo y júbilo, decide llevar una vida ajustada y devotísima el resto de su vida.

Gracias a la Santísima Virgen del Carmen por ayudar a los cofrades que llevan el Santo escapulario del Carmen. No solo promete la vida eterna a quien lo porta con dignidad, sino que protege su vida, lográndose una mayor conversión del beneficiado.

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"Cómo se ha de huir la vana esperanza y la soberbia". Tomás de kempis. Imitación de Cristo, Libro I, Capítulo VII.

CÓMO SE HA DE HUIR LA VANA

 ESPERANZA Y LA SOBERBIA

IMITACIÓN DE CRISTO

Tomás de Kempis

LIBRO PRIMERO

Contiene avisos provechosos para la vida espiritual

CAPÍTULO VII

Cómo se ha de huir la vana esperanza y la soberbia

Vano es el que pone su esperanza en los hombres o en las criaturas. No te avergüences de servir a otros por amor de Jesucristo y parecer pobre en este mundo. No confíes de ti mismo, mas pon tu parte y Dios favorecerá tu buena voluntad. No confíes en tu ciencia, ni en la astucia de ningún viviente, sino en la gracia de Dios, que ayuda a los humildes y abate a los presuntuosos.

Si tienes riquezas no te glories de ellas, ni en los amigos, aunque sean poderosos; sino en Dios que todo lo da, y sobre todo desea darse a sí mismo. No te alucines por la lozanía y hermosa disposición de tu cuerpo, que con una pequeña enfermedad se destruye y afea. No tomes contentamiento de tu habilidad o ingenio, porque no desagrades a Dios, de quien proviene todo bien natural que poseyeres.

No te estimes por mejor que los demás, porque no seas quizá tenido por peor delante de Dios, que sabe lo que hay en el hombre. No te ensoberbezcas de tus obras buenas, porque son muy distintos de los juicios de Dios los de los hombres, al cual muchas veces desagrada lo que a ellos contenta. Si algo bueno hay en ti piensa que son mejores los otros, pues así conservarás la humildad. No te daña si te pospones a los demás, pero es muy dañoso si te antepones a solo uno. Continua paz tiene el humilde; mas en el corazón del soberbio hay emulación y saña muchas veces.

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"De los deseos desordenados". Tomás de Kempis. Imitación de Cristo, Libro I, Capítulo VI

DE LOS DESEOS DESORDENADOS

IMITACIÓN DE CRISTO

Tomás de Kempis

LIBRO PRIMERO

Contiene avisos provechosos para la vida espiritual

CAPÍTULO VI

De los deseos desordenados

Cuantas veces desea el hombre desordenadamente alguna cosa, tantas pierde la tranquilidad. El soberbio y el avariento jamás sosiegan; el pobre y humilde de espíritu viven en mucha paz. El hombre que no es perfectamente mortificado en sí mismo, con facilidad es tentado y vencido, aun en cosas pequeñas y viles. El que es flaco de espíritu, y está inclinado a lo carnal y sensible, con dificultad se abstiene totalmente de los deseos terrenos, y cuando lo hace padece muchas veces tristeza, y se enoja presto si alguno lo contradice.

Pero si alcanza lo que deseaba siente luego pesadumbre, porque le remuerde la conciencia el haber seguido su apetito, el cual nada aprovecha para alcanzar la paz que buscaba. En resistir, pues, a las pasiones, se halla la verdadera paz del corazón, y no en seguirlas. Pues no hay paz en el corazón del hombre que se ocupa en las cosas exteriores, sino en el que es fervoroso y espiritual.

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"Autorrelato Emocionante". Prodigio 9 del Escapulario del Carmen.

AUTORRELATO EMOCIONANTE

 Prodigio 9 de la Santísima Virgen del Carmen

La Santísima Virgen del Carmen favorece muchas veces a los que son devotos portando el santo Escapulario del Carmen. El primer prodigio obrado en él fue en ese choque espantoso de dos trenes que se impactan uno al otro a gran velocidad, resultando en una mortandad y dolor tremendos, solo él fue ayudado milagrosamente por el santo Escapulario del Carmen en su pecho. El segundo prodigio obrado por las oraciones de él fue cuando pidió que aquél mineral, que extraían de la nueva mina, se extinguiera, al ver la ofensa infringida a la Santísima Virgen del Carmen y a los sentimientos religiosos propios de él. El tercer prodigio, cuando estando enfermo sin poder arrodillarse, lo hacía diariamente por más de una hora diaria frente a la imagen de la Virgen del Carmen. Ese favorecido alcanzó un gran amor por la Santísima Virgen del Carmen, al ver los prodigios anteriores en él obrados por el Escapulario del Carmen.

Gracias a la Santísima Virgen del Carmen por ayudar a los fieles devotos de santo Escapulario del Carmen en los momentos más difíciles y angustiosos de su vida.

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"De la prudencia en lo que se ha de obrar". Tomás de Kempis. Imitación de Cristo, Libro I, Capítulo IV.

DE LA PRUDENCIA EN LO QUE SE HA DE OBRAR

 

IMITACIÓN DE CRISTO

Tomás de Kempis

LIBRO PRIMERO

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CAPÍTULO IV

De la prudencia en lo que se ha de obrar

No se debe dar crédito a cualquier palabra ni movimiento interior, mas con prudencia y espacio se deben examinar las cosas según Dios. Mucho es de doler que las más veces se cree y se dice el mal del prójimo, más fácilmente que el bien. ¡Tan débiles somos! Mas los varones perfectos no creen de ligero cualquier cosa que les cuentan, porque saben ser la flaqueza humana presta al mal, y muy deleznable en las palabras.

Gran sabiduría es no ser el hombre inconsiderado en lo que ha de obrar, ni tampoco porfiado en su propio sentir. A esta sabiduría también pertenece no dar crédito a cualesquiera palabras de hombres, ni comunicar luego a los otros lo que se oye o cree. Toma consejo con hombre sabio y de buena conciencia, y apetece más ser enseñado por otro mejor que tú, que seguir tu parecer. La buena vida hace al hombre sabio según Dios, y experimentado en muchas cosas. Cuanto alguno fuese más humilde y más sumiso a Dios, tanto será en todo más sabio y morigerado.

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"Preserva a un célebre maestro de Salamanca". Prodigio 8 de la Virgen del Carmen.

PRESERVA A UN CÉLEBRE MAESTRO DE SALAMANCA

 Prodigio 8 de la Santísima Virgen del Carmen

Esa noche, el célebre padre maestro Pedro Cornejo, durmiendo apaciblemente es su cama, se despertó al oír lastimeras voces como de una persona malherida.

Fue a ver, vestido tan solo con su túnica, pero sintiendo en su interior un gran desamparo, nota que no traía puesto el Escapulario del Carmen en su cuello. Inmediatamente regresa a su habitación a ponérselo, besándolo con gran fervor. Sale y anda por todo el convento, revisando ahí y allá para encontrar la persona que así se quejaba... no encuentra nada, todo el convento duerme. Decide volver nuevamente a la cama.

Al día siguiente va temprano a impartir su cátedra en la Universidad de Salamanca. En el camino ve al cura de San Isidro, rodeado de una gran multitud de gente, conjurando a un hombre endemoniado, un poseso. El endemoniado al verlo suelta una espantosa carcajada, le dice que la noche pasada, él, el Padre Cornejo, la hubiera pasado muy mal con su burla si no hubiese tenido la inspiración de la Santísima Virgen de regresar a colocarse el Escapulario del Carmen, en el cual ella depositó tanta virtud... una mala caída en la penumbra, tal vez algo peor, el demonio es tan malo.

Gracias a la Santísima Virgen del Carmen por proteger a los devotos del Escapulario del Carmen de los ataques del enemigo infernal.

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"Libra a una niña del vidrio que la ahogaba". Prodigio 7 de la Virgen del Carmen.

LIBRA A UNA NIÑA DEL VIDRIO QUE LA AHOGABA

 Prodigio 7 de la Santísima Virgen del Carmen

Ella era una niña pequeña jugando en la casa de sus padres. Después de un tiempo, su madre la encuentra en el lugar de sus juegos infantiles yerta y amoratada. Todos los que la vieron y acudieron con los angustiosos gritos de su madre, pensaron que ya estaba muerta. La desolada madre con su hija en los brazos, con gran confianza en la Santísima Virgen del Carmen, de la que era devotísima, se quita el Escapulario del Carmen del cuello y lo coloca en el de su hijita, tal vez esperando que la Santísima Virgen del Carmen la librase de ir al infierno...

Gracias a la Santísima Virgen del Carmen por aliviar el dolor de tan angustiada madre.

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"Rompe gruesas cadenas de un cofrade suyo". Prodigio 6 del Escapulario del Carmen.

ROMPE GRUESAS CADENAS DE UN COFRADE SUYO

 Prodigio 6 de la Santísima Virgen del Carmen

Un noble comerciante Napolitano, cuya alcurnia y nobleza eran más que reconocidas, tiene asuntos que atender en otros reinos de la Europa medieval. Pero los moros invasores procedentes de África han invadido gran parte de los territorios de la península Ibérica y ya no se puede hacer nada sin temor de ser cautivo de ellos. Es apresado por ellos y le ponen en una inmunda mazmorra y es atormentado. Su liberación es casi imposible por la cuantiosa suma que piden por su rescate. Solo puede ser liberado por un milagro del Cielo, clama a la Santísima Virgen del Carmen... sus angustiosos ruegos son escuchados, la aparición celestial lo conduce a sitio seguro, fuera de todo peligro futuro de sus guardianes.

Gracias a la Santísima Virgen del Carmen por aliviar la angustia de los fieles devotos y realizar con él tan estupenda maravilla.

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