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sábado, 18 de octubre de 2014

"La incertidumbre de la hora de la muerte". Meditación 5 de San Alfonso María de Ligorio.

LA INCERTIDUMBRE DE LA HORA DE LA MUERTE




San Alfonso María de Ligorio
Doctor de la Iglesia



San Alfonso María de Ligorio nos habla en su meditación 5: "Incertidumbre de la hora de la muerte", acerca de esa gran incógnita que tienen la mayoría de los mortales: la hora de su muerte. Nadie lo sabe, excepto Dios y a quien quiera revelarlo.





Hay tantos hombres que viven inmersos en los pecados, en los placeres de este mundo; libertinos que no piensan en un instante en que su hora de morir puede estar cerca, cargados de multitud de pecados y enemigos pueden encontrar su muerte repentinamente, si Dios así lo permite en su justa cólera.


El pecador si cae en la desgracia de Dios, encuentra una muerte inmediata, será arrojado al fuego eterno por no temer la ira divina y a su justicia. Nada puede hacer el condenado en el infierno para mejorar, ni un poco, tan terrible situación que padece, con la ausencia de Dios en su alma que es el mayor de sus tormentos, lleno de odio hacia todo, rodeado del fuego vengador, atormentado por los crueles demonios.


Todos somos pecadores y no hay uno solo que obtenga su salvación por si mismo, sin la ayuda de Nuestro Amorosísimo Redentor: Nuestro Señor Jesucristo. Incluso los más Santos logran santificarse con la ayuda de la gracia divina y obtienen su salvación por el sacrificio de Jesucristo en la Cruz. Son tantos nuestros pecados que manchan nuestras almas y que nos hacen indignos de aparecer ante la presencia de un Dios Purísimo y Santísimo, que si no hacemos penitencia en este mundo por nuestros pecados lo tendremos que hacer en el otro, hasta que Nuestro Señor nos haya purificado como oro en el crisol y paguemos todas nuestras deudas a la justicia divina.



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VIDEO:



sábado, 4 de octubre de 2014

"La brevedad de la vida". Meditación 3 de San Alfonso María de Ligorio

LA BREVEDAD DE LA VIDA



San Alfonso María de Ligorio
Doctor de la Iglesia



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San Alfonso María de Ligorio, Doctor de la Iglesia, nos habla en su meditación 3 acerca de "La brevedad de la vida". La vida del hombre sobre la tierra es corta, por mucho que viva no deja de ser un breve espacio de tiempo comparado con la eternidad. Muchos viven como si fueran a estar siempre en este mundo, se engañan y la muerte llegará tarde o temprano.

Las plantas, los animales y las personas nacen; están un cierto tiempo sobre la tierra, según lo quiera Dios, se renuevan dando lugar a los descendientes y llega el momento de morir. A los hijos de Adán Y Eva, cada instante que transcurre los acerca cada vez más a la tumba; tienen una alma para amar a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a sí mismo, si tienen éxito o fallan en cumplir los mandamientos de Dios depende una eternidad inmensamente feliz o desdichada.

El hombre mundano jamás piensa en salvar su pobre alma. Sólo piensa en los deleites del cuerpo, en los lujos, en los placeres mundanos. Si la muerte lo sorprende repentinamente irá con seguridad al Infierno. Si le aqueja una enfermedad grave únicamente piensa en la recuperación de su salud, consultando médicos y buscando remedios que logren aliviarlo, para volver al mismo estilo de vida anterior, como cuando gozaba de buena salud. Si le llega la muerte por esa enfermedad y no se preocupó por reconciliarse con Dios su destino será el Infierno. Si Dios no le envía la muerte es por su misericordia: para que se arrepienta de sus pecados y llegue a amarlo.

El hombre que siempre tiene presente a Dios en todas las acciones de su vida y que se preocupa en agradarle haciendo su voluntad, que está siempre en gracia de Dios, aunque no se preocupe por la muerte tendrá una buen fin en el reino eterno de Nuestro Señor. Solo aquél que se dedica a la oración, frecuenta los sacramentos y se aparta de las ocasiones de pecar llega a la felicidad que durará por siempre.




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"Todo acaba con la muerte". Meditación 2 de San Alfonso María de Ligorio.

  TODO ACABA CON LA MUERTE

San Alfonso María de Ligorio
 Doctor de la Iglesia Católica




San Alfonso María de Ligorio nos habla en su meditación: "Todo acaba con la muerte", del destino común que tiene todo hombre en la sepultura: tanto ricos como pobres tienen el mismo fin y nada se llevan al otro mundo. Desnudos nacieron y así volverán al polvo de la tierra, incluso las vestiduras con las que son enterrados se pudrirán y ni siquiera eso quedará.


 




Todo hijo de Adán y Eva ha sido engendrado con el pecado original, la enfermedad y la muerte son sus consecuencias. Después de la muerte, la corrupción se genera tanto en el príncipe como en el vasallo. La Gloria del hombre rico o pobre acaba en el sepulcro.

No debemos utilizar todas nuestras energías para lograr mayores riquezas de las que podemos gastar o disfrutar en esta vida. Ni debemos dedicarnos a adquirir demasiada sabiduría o conocimiento de las ciencias mundanas, a riesgo de extraviarnos en esos conocimientos y peligro de que perdamos la fe en Dios, por no dedicar tiempo a Él. Toda ciencia mundana adquirida por un individuo acaba en el lecho mortuorio.

El hombre rico es más difícil que se salve, porque pone todas sus esperanzas en el dinero y posesiones terrenas; se olvida de Dios si tiene esas confianzas mundanas y de compartir algo de lo que tiene con los más pobres o necesitados. La ruina eterna es su destino si no ama a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a sí mismo, además de incumplir sus mandamientos. El hombre rico tiene su oportunidad de salvación en el amor a Dios y la ayuda al prójimo, en utilizar su dinero para obras queridas por Dios y no para apoyar las obras del demonio.


El hombre pobre debe conformarse con lo que tiene o pueda ganar con el sudor de su frente. Debe mantenerse en la virtud y el amor de Dios, haciéndolo así recibirá abundantes bendiciones que le ayudarán a conseguir la vida eterna.

Agradezcamos a Dios por no enviarnos la muerte repentina cuando fuimos esclavos de los pecados mortales. Si así lo hubiera exigido su divina justicia seriamos reos del Infierno por toda le eternidad.



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VIDEO:

"Retrato de un hombre que acaba de morir". Meditación 1 de San Alfonso María de Ligorio.

RETRATO DE UN HOMBRE QUE ACABA DE MORIR



San Alfonso María de Ligorio nos habla en su meditación, de su Libro: "Preparación para la muerte", acerca del Retrato de un hombre que acaba de morir: cuerpo rígido, frío, pálido, hedor desagradable, sin alma en el cuerpo que lo anime, polvo al polvo de la tierra.








El recién fallecido es llorado por sus familiares y amigos. Pero, después de un tiempo, se consuelan si les dejó herencia, bienes materiales. Los primeros días están dolidos y en los siguientes no quieren que se hable mucho del muerto para no renovar su dolor por la pérdida.

Considera que un día ocuparás el lugar de ese difunto, lo mismo te sucederá. Si pierdes tu alma en el Infierno todo estará perdido para ti. El tiempo que tienes en vida es el que debes utilizar para pedir a Dios perdón por tus pecados y la salvación de tu alma. Después de muerto nada podrás hacer y si estás en el lugar de los tormentos eternos te lamentarás por siempre por no haber aprovechado tu tiempo. "Más te valdría no haber nacido si pierdes el amor de Dios y sus sublimes consuelos en tu alma".

Dios quiere que todos los hombres se salven y nos da todos los medios, Nuestro Señor Jesucristo nos da las gracias suficientes para hacerlo. El condenado en el Infierno está ahí porque despreció a un Dios tan bondadoso, fuente de todo lo bueno; apartado de Dios solo encuentra el condenado males, odios exacerbados a todo: odio profundo a ese horrible lugar, odio a si mismo por no haber hecho nada por su salvación, odio a Dios, odio a los otros condenados; por el odio tan grande y sus tormentos no soporta a ese verdugo cruel que le hará pagar por todos sus pecados: Satanás; desdichas inimaginables y suplicios infernales por toda la eternidad.

Este es el tiempo que Dios te da para la salvación de tu alma y la de otros. Muchos pecadores no rezan y van al Infierno; muchos no conocen a Dios y sus dioses inexistentes no pueden salvarlos de ir al lugar de los suplicios eternos (tantos son sus pecados); muchos pecadores confían en que le pedirán perdón a Dios cuando estén viejos y no llegan a esa edad porque ya no fluye en ellos la gracia divina, Dios les quita lo que más anhelan: la vida.





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 VIDEO:


jueves, 18 de septiembre de 2014

Ave María comentado por Santo Tomás de Aquino.


El Ave María




Comentado por Santo Tomás de Aquino, Doctor de la Iglesia




La Anunciación






El siguiente video contiene en audio todos los comentarios, escritos por Santo Tomás de Aquino, del Ave María:





VIDEO:







PROLOGO





1. - En esta salutación se contienen tres cosas.


Una parte la compuso el Ángel, a saber: "Dios te salve, llena de gracia, el Señor es contigo, bendita tú entre las mujeres".


Otra parte la compuso Isabel, la madre de Juan Bautista, a saber: "Bendito el fruto de tu vientre".


La tercera parte la agregó la Iglesia, a saber: "María", porque el Ángel no dijo "Ave, María", sino "Ave, llena de gracia".


Y este nombre, a saber, "María" cuadra por su significado con las palabras del Ángel, como será manifiesto.




"Dios te salve" o "Yo te saludo"






2.- Acerca de lo primero hemos de considerar que en la antigüedad era algo muy notable que los Ángeles se les aparecieran a los hombres; y los hombres consideraban que era un honor inestimable el mostrarles su veneración. Por lo cual la Escritura alaba a Abraham por haber recibido en hospedaje a los Ángeles y por haberles mostrado veneración. Ahora bien, cosa nunca oída era que el Ángel se inclinara ante un hombre sino después de que saludó a la Santísima Virgen diciéndole reverentemente "Dios te salve".


3.- Que antiguamente no reverenciara el Ángel al hombre, sino el hombre al Ángel se debía a que el Ángel era superior al hombre; y esto en cuanto a tres cosas:


Primeramente en cuanto a la dignidad, por ser el Ángel de naturaleza espiritual. Sal. 103, 4: "A sus ángeles los hizo espíritus"; mas el hombre es de naturaleza corruptible, por lo cual decía Abraham: "Yo que soy polvo y ceniza hablaré a mi Señor". Por lo tanto no era correcto que una criatura espiritual e incorruptible le rindiera homenaje a una corruptible, o sea, al hombre.


En segundo lugar en cuanto a la familiaridad con Dios. Porque el Ángel era un familiar de Dios, pues le asistía. Dan. 7, 10: "Millares de millares le servían y le asistían diez millares de centenas de millares".


Y el hombre es como un extraño y está alejado de Dios por el pecado. Sal. 54, 8: "Me alejé huyendo". Por lo cual lo conveniente es que el hombre reverencie al Ángel, como cercano y familiar del Rey.


En tercer lugar su preeminencia se debía a la plenitud del esplendor de su gracia divina: en efecto, los Ángeles participan con suma plenitud en la luz divina misma. Job 25, 3: "¿Pueden contarse sus soldados y sobre alguno no se levanta su luz?". Y por eso siempre aparecen esplendorosos.


Mas los hombres ciertamente participan de esa misma luz de la gracia, pero poco, y con cierta oscuridad.


4. - Así pues, no era conveniente que el Ángel rindiera homenaje al hombre, hasta que se hallara en la naturaleza humana alguien que en las dichas tres cosas excediera a los Ángeles. Y esa criatura humana fue la Santísima Virgen María. Y por eso, para indicar que en esas tres cosas lo aventajaba, quiso el Ángel rendirle su reverencia con estas palabras: "Dios te salve" (o "Yo te saludo").





Llena de Gracia







5. - a) Así es que la Santísima Virgen aventaja a los Ángeles en esas tres cosas.


Y primeramente en la plenitud de la gracia, que es mayor en la Santísima Virgen que en cualquier Ángel ; y por eso, para indicar tal cosa, el Ángel le rindió pleitesía diciéndole "llena de gracia", como si le dijera : te rindo homenaje porque me excedes en plenitud de gracia.


6.- Ahora bien, se dice que la Santísima Virgen es la llena de gracia en cuanto a tres cosas.


Primeramente en cuanto al alma, en la que poseyó toda plenitud de gracia. Porque la gracia de Dios se da para dos cosas: a saber, para hacer el bien y para evitar el mal; y en cuanto a estas dos cosas la Santísima Virgen poseyó una gracia perfectísima. Porque Ella evitó todo pecado mejor que cualquier otro santo, tras de Cristo. En efecto, el pecado es u original, y de éste fue librada desde el útero por la Inmaculada Concepción o mortal o venial, y de éstos fue librada. Por lo cual dice Can. 4, 7: "Toda hermosa eres, amiga mía, y no hay mancha en ti".


Dice San Agustín en su libro De la Naturaleza y de la Gracia: "Exceptuando a la Santa Virgen María, si todos los Santos y Santas cuando vivían aquí (en la tierra) hubiesen sido interrogados si estaban exentos de pecado, todos hubiesen proclamado al unísono: «Si dijéramos que no tenemos pecado, nos engañaríamos a nosotros mismos y no nos asistiría la verdad.» Exceptuada, digo, esta Santa Virgen, acerca de la cual, por el honor debido a Nuestro Señor, cuando de pecados se trata no quiero mover absolutamente ninguna cuestión. En efecto, sabemos que le fue conferida más gracia para vencer por todos sus flancos al pecado, a Ella, que mereció concebir y dar a luz al que nos consta que no tuvo pecado alguno".


7.- También cumplió Ella las obras de todas las virtudes, y los demás Santos alguna particular: porque uno fue humilde, otro fue casto, un tercero misericordioso; y por eso se les presenta como ejemplo de virtudes particulares, como a San Nicolás como modelo de la misericordia. Pero a la Santísima Virgen como modelo de todas las virtudes; pues es Ella el modelo de la humildad: Luc. 1, 38: "He aquí a la esclava del Señor"; y luego 1, 48: "Ha puesto los ojos en la humildad de su esclava"; de la castidad: "pues no conozco varón" (Luc. 1, 34); y de todas las virtudes, como consta plenamente. Así es que la Santísima Virgen es la llena de gracia tanto en cuanto a hacer el bien como en cuanto a evitar el mal.


8.- En segundo lugar fue la llena de gracia en cuanto a la redundancia [de la gracia] de su alma sobre su carne o cuerpo. Porque gran cosa es en los Santos el poseer la gracia suficiente para la santificación del alma ; pero fue tal su plenitud en el alma de la Santísima Virgen que de ella redundó la gracia en su carne para que de esta misma concibiera al Hijo de Dios. Por lo cual dice Hugo de San Víctor: "Porque el amor del Espíritu Santo ardía en el corazón de la Virgen de manera singular, por lo que operaba en su carne maravillas para que de ella naciera el Dios Hombre" Luc. 1, 35: "El Santo que nacerá de ti será llamado el Hijo de Dios".


9.- En tercer lugar por su redundancia en todos los hombres. En efecto, cosa grande es en cualquier Santo que posea tanta gracia que sea suficiente para la salvación de muchos; pero lo máximo sería que poseyeran tanta gracia que fuera suficiente para la salvación de todos los hombres: y esto es lo que ocurre en Cristo y en la Santísima Virgen. Porque en todo peligro puedes obtener la salvación gracias a esta gloriosa Virgen. Por lo que dice el Can. 4, 4: "Mil escudos (o sea remedios contra los peligros) penden de ella". Asimismo en todo acto de virtud la puedes tener como auxilio, por lo cual dice Ella misma, Ecl. 24, 25: "En mí está toda esperanza de vida y de virtud".





MARÍA






l0.- Por lo tanto, tan llena es de gracia que excede a los Ángeles en la plenitud de la gracia y por lo mismo justamente se llama María, que quiere decir "iluminada interiormente"; por lo cual dice Is. 58, 11: “Llenará tu alma de sus esplendores”; y (también quiere decir) "iluminadora de los demás", en cuanto a todo el universo, por lo cual se le compara con el sol y la luna.





EL SEÑOR ES CONTIGO






11.- 6) En segundo lugar aventaja a los Ángeles en su intimidad con Dios. Por lo cual dijo el Ángel reconociéndola: "El Señor es contigo"; como si le dijera: te rindo homenaje por tu mayor familiaridad con Dios que la mía, puesto que "el Señor es contigo".


El Señor —le dijo—, el Padre con su Hijo: lo que no poseyó ningún Ángel ni ninguna otra criatura. Luc. 1, 35: "El que ha de nacer de ti será Santo, y será llamado Hijo de Dios".


El Señor Hijo en el seno (de María). Is. 12, 6: “Alégrate sobremanera y prorrumpe en alabanzas, casa de Sión, que grande es en medio de ti el Santo de Israel.” El Señor está con la Santísima Virgen de manera distinta que con el Ángel; porque con Ella está como Hijo, y con el Ángel como Señor.


El Espíritu Santo (está en María) como en un templo, por lo cual la llamamos "Templo del Señor, Santuario del Espíritu Santo", porque concibió del Espíritu Santo: Luc. 1, 35: "El Espíritu Santo vendrá sobre ti".


Así es que mayor intimidad con Dios tiene la Santísima Virgen que el Ángel. Y por eso se canta de Ella: "Vos sois el digno Trono de toda la Trinidad".


Así es que estas palabras "El Señor es contigo" son las más nobles que se le podían haber dicho.





MARÍA






12.- Con razón, pues, reverencia el Ángel a la Santísima Virgen, por ser la Madre del Señor, por lo cual es la Señora. De modo que le conviene a Ella el nombre de María, que en lengua siríaca significa "Soberana".


13.- c) En tercer lugar aventaja Ella a los Ángeles en cuanto a pureza: porque la Santísima Virgen no sólo era pura en sí misma, sino que también procuró la pureza en los demás. En efecto, fue purísima tanto en cuanto a todo pecado, porque no incurrió ni en el pecado mortal ni en el venial, como también en cuanto a la pena.






BENDITA TÚ ENTRE LAS MUJERES







14.- En efecto, tres maldiciones se les echaron a los hombres a causa del pecado.


La primera se le echó a la mujer, a saber, que concebiría fruto de su seno con corrupción (del pecado original), con molestias lo llevaría (en la gestación) y con dolor lo pariría.


Pero a (todo) esto fue inmune la Santísima Virgen: porque sin la corrupción [del pecado] concibió; con gozo lo llevó [en su seno] y con alegría suma lo dio a luz. Isaías 35, 2: "Germinará un renuevo llena de alborozo y entonando alabanzas".


15.- La segunda se le echó al hombre: que con el sudor de su rostro comería su pan. De esto fue inmune la Santísima Virgen: porque, como dice el Apóstol, 1 Cor. 7, 32-34, "las vírgenes están desligadas de los cuidados de este mundo, y en solo Dios se ocupan".


16.- La tercera fue común a los varones y a las mujeres: a saber, que al polvo volverían. Y de esto fue exenta la Santísima Virgen, porque con su cuerpo fue asunta al cielo. En efecto, creemos en el Dogma de la Asunción, que habiendo muerto (dormición de la Virgen María, el 13 de agosto) fue resucitada y llevada al cielo. Sal. 131, 8: "Levántate, Señor, para el lugar de tu reposo, tú y el arca de tu santidad".





MARÍA





17.- Por lo tanto, Ella fue exenta de toda maldición, y por eso "bendita entre las mujeres": Porque Ella sola levantó la maldición, y trajo la bendición, y abrió las puertas del Paraíso; y por eso le conviene el nombre de "María", que significa "estrella de los mares"; porque así como por la estrella del mar se dirigen los navegantes al puerto, así también los cristianos se dirigen a la gloria por María.







BENDITO ES EL FRUTO DE TU VIENTRE







18.- Suele el pecador buscar en alguna cosa lo que no puede conseguir, pero que el justo lo obtiene. Prov. 13, 22: "La hacienda del pecador se guarda para el justo". Así Eva buscó un fruto, y no halló en él todo lo que deseaba; mas la Virgen Santísima halló en su fruto todas las cosas que Eva deseó.


19.- Porque Eva deseó en su fruto tres cosas. Primeramente, lo que falsamente le prometió el diablo, a saber, que serían como Dioses, conocedores del bien y del mal. "Seréis (le dijo aquel mentiroso) como dioses", como dice el Gén. 3, 5. Y mintió, como mentiroso que es y padre de la mentira, porque habiendo comido el fruto, Eva no se hizo semejante a Dios, sino desemejante, pues pecando se apartó de Dios, su salvación, y por eso fue expulsada del paraíso.


En cambio, eso (la santificación) lo halló la Santísima Virgen, y todos los cristianos, en el fruto de su vientre, pues por Cristo nos unimos y nos asemejamos a Dios. 1 Jn. 3, 2: "Cuando se manifieste seremos semejantes a El, porque lo veremos tal como El es".


20.- En segundo lugar Eva deseó en su fruto la delectación, porque éste era bueno para comerse; pero no la halló, porque inmediatamente se dio cuenta de su desnudez y sufrió. En cambio, en el fruto de la Virgen hallamos la suavidad y la salud. Jn. 6, 55: "Quien come mi carne posee la vida eterna".


21.- En tercer lugar, el fruto de Eva era de hermoso aspecto; pero más hermoso es el de la Virgen, en el que los Ángeles desean detener su mirada. Sal. 44, 3: "El más hermoso de los hijos de los hombres", porque Él es el esplendor de la Gloría de su Padre.


Así es que no pudo hallar Eva en su fruto lo que tampoco ningún pecador hallará en sus pecados.


Por lo cual lo que deseemos busquémoslo en el fruto de la Virgen.


22.- Este fruto es bendecido por Dios, porque de tal manera lo llenó de toda gracia que al venir a nosotros le rinde honor a Él. Ef. 1, 3: "Bendito sea Dios y Padre de Nuestro Señor Jesucristo, que nos ha bendecido en Cristo con toda suerte de bendiciones espirituales" ; (es bendecido) por los Ángeles: Ap. 7, 12: "Bendición y gloria y sabiduría y acción de gracias, el honor y el poder y la fuerza a Nuestro Dios"; (es bendecido) por los hombres : el Apóstol en Flp. 2,11: "Toda lengua confiese que Jesucristo es Señor para gloria de Dios Padre". Sal. 117,


23 : "Bendito sea el que viene en el nombre del Señor".

Por lo tanto, así es bendita la Virgen : pero su fruto lo es todavía más.





Nota





El "Jesús" que añadimos al "bendito es el fruto de tu vientre" procede del Papa Urbano IV (1261-1264).


La parte final de nuestra Avemaría -Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén- fue añadida por el Papa San Pio V (1566-1572) de santa y feliz memoria (su cuerpo es incorrupto en la Basílica Patriarcal Santa María la Mayor).



FIN

jueves, 7 de agosto de 2014

"Elección de las cosas espirituales y los casos de 3 endemoniados". Revelaciones de Santa Brígida

ELECCIÓN DE LAS COSAS ESPIRITUALES Y LOS CASOS DE TRES ENDEMONIADOS, REVELACIONES DE SANTA BRÍGIDA DE SUECIA










Sobre cómo, tras el consejo de Dios, la esposa elige la pobreza para ella y renuncia a las riquezas y deseos carnales; sobre la verdad de las cosas a ella reveladas y sobre tres personas notables mostradas a ella por Cristo.



El siguiente video contiene el audio del texto escrito abajo:









Libro 1, Capítulo 32


Has de ser como alguien que se desprende y, a la vez, cosecha. Tienes que desprenderte de las riquezas y cosechar virtudes, deja estar aquello que pasará y acumula bienes eternos, abandona las cosas visibles y hazte con lo invisible. A cambio del placer del cuerpo, te daré la exultación de tu alma; a cambio de las alegrías del mundo te daré las del Cielo; a cambio del honor mundano, el honor de los ángeles; a cambio de la presencia de la familia, la presencia de Dios; a cambio de la posesión de bienes, te me daré a mí mismo, dador y Creador de todas las cosas. Responde, por favor, a las tres preguntas que te voy a formular: Primero dime si quieres ser rica o pobre en este mundo”.



Santa Brígida de Suecia




Ella respondió: “Señor, prefiero ser pobre, pues las riquezas me crean ansiedad y me distraen de servirte”. “Dime –en segundo lugar—si has encontrado algo reprensible para tu mente o falso en las palabras que oyes de mi boca”. Y ella dijo: “No Señor, todo es razonable”. “Tercero, dime si el placer de los sentidos que tú has experimentado antes te agrada más que los gozos espirituales que ahora tienes”. Y ella respondió: “Me avergüenzo en mi corazón de pensar en mis deleites anteriores y ahora me parecen como veneno, más amargo cuanto mayor era mi deseo de ellos. Prefiero morir antes que volver a ellos; no se pueden comparar con el deleite espiritual”.


Por lo tanto –dijo Él— “puedes comprobar que todas las cosas que te he dicho son ciertas. ¿Por qué, entonces, tienes miedo o estás preocupada de que yo retrase todo lo que he dicho que se hará?. ¡Ten en cuenta a los profetas, considera a los apóstoles y a los santos doctores de la Iglesia!. ¿Descubrieron ellos algo en mí que no fuera la verdad?. Es por esto que a ellos no les importó ni el mundo ni sus deseos. ¿O por qué crees que los profetas predijeron acontecimientos futuros con tanta antelación si no hubiera sido porque Dios quiso que ellos dieran a conocer las palabras antes que los hechos para que los ignorantes fueran instruidos en la fe?




Revelaciones de Cristo a Santa Brígida




Todos los misterios de mi encarnación fueron dados a conocer con antelación a los profetas, incluso la estrella que guió a los magos. Ellos creyeron en las palabras del profeta y merecieron ver aquello en lo que habían creído, y se les dio certeza en el momento en el que vieron la estrella. De la misma forma, ahora mis palabras han de ser anunciadas, después vendrán los hechos y se creerá en ellos con mayor evidencia.


Te mostraré tres personas. Primero, la conciencia de un hombre cuyo pecado hice manifiesto y demostré por signos evidentes. ¿Por qué?. ¿No podría haberlo destruido personalmente?. ¿No podría haberlo arrojado a las profundidades en un segundo, si Yo hubiera querido?. Claro que hubiera podido. Sin embargo, lo soporto aún para la instrucción de otros y en prueba de mis palabras, mostrando lo justo y paciente que soy y lo infeliz que es este hombre, a quien gobierna el demonio. 


 

Primer Endemoniado




El poder del demonio sobre él ha aumentado por su intención de permanecer en pecado y por su deleite en él, con el resultado de que ni las palabras amables ni las duras amenazas o el miedo del Gehenna (el infierno) lo pueden recuperar. Y también en justicia, porque en tanto que él ha tenido una constante intención de pecar, aún si no lo ha puesto en práctica, merece ser enviado al demonio por toda la eternidad. El mínimo pecado es suficiente para condenar a quien se deleite en él y no se arrepienta.


Te mostraré a otros dos. El demonio atormentó el cuerpo de uno de ellos, pero no llegó a entrar en su alma. Ensombreció su conciencia mediante sus maquinaciones, pero no pudo entrar en su alma ni adquirir poder sobre él. Tú puedes preguntar: ‘¿Acaso no es la conciencia lo mismo que el alma?. ¿No está él en el alma cuando está en la conciencia?’. Por supuesto que no. El cuerpo posee dos ojos para ver, pero aún perdiendo el poder de la vista el cuerpo puede mantenerse sano. Pasa igual con el alma. Aunque el intelecto y la conciencia a veces se turban en la confusión como medio de penitencia, aún así, el alma no siempre queda dañada de manera que incurra en la culpa. Así pues, el demonio dominó la conciencia de un hombre, pero no su alma.



2º Endemoniado



Te mostraré a un tercer hombre cuyo cuerpo y alma están completamente sujetos al demonio. A menos que lo coaccione con mi poder y gracia especial, nunca podrá ser expulsado ni salir de él. El demonio sale de algunas personas por propia voluntad y disposición, pero de otros tan sólo sale resistiéndose y bajo coacción. Aunque entra en algunas personas, bien debido al pecado de sus padres o a algún oculto designio de Dios –como, por ejemplo, en niños o en los que carecen de inteligencia—en otros entra por su infidelidad o por el pecado de otro.



Tercer endemoniado



De estos últimos, el demonio sale voluntariamente cuando es expelido por personas que conocen conjuros o el arte de expulsar demonios, siempre que no lo hagan por vanagloria o por algún tipo de beneficio temporal, pues el demonio tiene poder para entrar en uno que lo expulsa o para volver de nuevo a la misma persona de la que ha sido sacado, si no hay amor de Dios en ninguno de ellos. Nunca sale del cuerpo o el alma de los que posee completamente, excepto mediante mi poder.


Como el vinagre, cuando se mezcla con el vino dulce, infecta la dulzura del vino y ya no puede ser sacado de él, igualmente el demonio no sale del alma de ninguno a quien posea, excepto mediante mi poder. ¿Qué es este vino sino el alma humana, que fue más dulce para mí que ningún otro ser creado, y tan querida por mí que incluso dejé que mis fibras fueran cortadas y mi cuerpo magullado hasta las costillas por su salvación?. Antes que perderla, acepté morir por ella.


Este vino fue conservado entre residuos, igual que coloqué al alma en un cuerpo donde fue custodiado por mi voluntad como en una urna sellada. Sin embargo, el peor vinagre se mezcló con este vino dulce, me refiero al demonio, cuya maldad es más agria y abominable para mí que el vinagre. Por mi poder, este vinagre será eliminado de la persona cuyo nombre te diré, de manera que pueda Yo revelar así mi merced y sabiduría a través de él, pero mostraré mi juicio y mi justicia a través del hombre anterior.



EXPLICACIÓN


El 1º no quería cambiar, justicia divina



El primer hombre fue un noble y soberbio cantante, quien acudió a Jerusalén sin el permiso del Papa y fue atacado por el demonio. El segundo endemoniado fue un monje cisterciense. El demonio lo atormentó tanto que apenas podían sujetarlo entre cuatro hombres. Su lengua agrandada se parecía a la de una vaca. Los grilletes de sus manos fueron hechos pedazos de forma invisible.



2º Salvado por el Espíritu Santo a través de Doña Brígida



Este hombre fue salvado por las palabras del Espíritu Santo a través de Doña Brígida al cabo de un mes y dos días. El tercer endemoniado era un concejal de Östergötland (Suecia). Cuando se le recomendó que hiciera penitencia, le dijo al que le aconsejó: “¿No puede el dueño de una casa sentarse donde quiera?. Si el demonio posee mi corazón y mi lengua ¿cómo puedo hacer penitencia?” Maldiciendo a los santos de Dios, murió esa misma noche sin los sacramentos ni la confesión.



El 3º perdido para siempre