EL PADRE NUESTRO
El Padre Nuestro o Padrenuestro es el modelo de oración cristiana, es la oración que Nuestro Señor Jesucristo enseñó a sus discípulos, cuando uno de ellos le pidió que les enseñara a orar como Juan enseñó a sus discípulos (Mt. XI,1).
Nuestro Señor Jesucristo enseña a orar a sus discípulos |
Se encuentra en la sagrada biblia, en los evangelios del Nuevo testamento
en Mateo (Mt. VI, 9-13) y Lucas (Lc XI,1-4).
en Mateo (Mt. VI, 9-13) y Lucas (Lc XI,1-4).
Padrenuestro
Padre nuestro, que estás en el cielo,
santificado sea tu nombre;
venga a nosotros tu Reino;
hágase tu voluntad, en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día;
perdona nuestras ofensas,
como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden;
no nos dejes caer en la tentación
y líbranos del mal. Amén.
santificado sea tu nombre;
venga a nosotros tu Reino;
hágase tu voluntad, en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día;
perdona nuestras ofensas,
como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden;
no nos dejes caer en la tentación
y líbranos del mal. Amén.
El “Doctor Angélico”, Santo Tomás de Aquino, Italiano (1224-1274), declarado
Doctor de la Iglesia en 1567, hace un análisis detallado de la oración del
Padrenuestro. Aquí incluyo una explicación abreviada del Padrenuestro.
Explicación abreviada de todo el Padrenuestro,
95. --- Para explicarla brevemente, se debe saber que en la oración dominical se contienen todas las cosas que se han de desear y todas las cosas de las que hemos de huir.
Ahora bien, entre todas las cosas deseables, lo que más se desea es lo que
más se ama, y esto es Dios, y por eso primeramente pides la gloria de Dios
cuando dices: "Santificado sea tu nombre".
Y de Dios son de esperar tres cosas para ti mismo. La primera es que alcances la vida eterna; y esto lo pides cuando dices: "Venga a nos tu reino". La segunda es que cumplas la voluntad de Dios y su justicia; y esto lo pides cuando dices: "Hágase tu voluntad así en la tierra como en el cielo". La tercera es que tengas las cosas necesarias para la vida; y esto lo pides cuando dices: "El pan nuestro de cada día dánosle hoy". Y de estas tres cosas habla el Señor en Mateo 6, 33: "Buscad primero el reino de Dios", en cuanto a lo primero; "y su justicia", en cuanto a lo segundo; "y todo lo demás se os dará por añadidura", en cuanto a lo tercero.
96. --- Ahora bien, las cosas que se han de evitar y de las que se debe huir son las contrarias al bien. Y el bien es lo que primeramente se ha de desear, y es cuádruple, como ya se dijo.
Y primeramente es la gloria de Dios, y a ésta ningún mal le es contrario. Job 35, 6: "Si pecas, ¿en qué lo dañas?. . . si obrares bien ¿qué es lo que le das?". En efecto, la gloria de Dios resulta tanto del mal, en cuanto castigo, como del bien, en cuanto remunera.
El segundo bien es la vida eterna. Y a ella se opone el pecado porque ella se pierde por el pecado; y por eso, para rechazarlo decimos: "Perdónanos nuestras deudas, así como nosotros perdonamos a nuestros deudores".
El tercer bien es la justicia y las buenas obras y a éste se oponen las
tentaciones, porque las tentaciones nos impiden cumplir el bien; y para apartarlas pedimos: "Y no nos dejes caer en tentación".
El cuarto bien son las cosas que nos son necesarias; y a éste se oponen las
adversidades y las tribulaciones; y para apartarlas pedimos: "Mas líbranos del mal". "Amén".
Doctor de la Iglesia en 1567, hace un análisis detallado de la oración del
Padrenuestro. Aquí incluyo una explicación abreviada del Padrenuestro.
Santo Tomás de Aquino, fué canonizado en 1523. |
Explicación abreviada de todo el Padrenuestro,
por Santo Tomás de Aquino
95. --- Para explicarla brevemente, se debe saber que en la oración dominical se contienen todas las cosas que se han de desear y todas las cosas de las que hemos de huir.
Ahora bien, entre todas las cosas deseables, lo que más se desea es lo que
más se ama, y esto es Dios, y por eso primeramente pides la gloria de Dios
cuando dices: "Santificado sea tu nombre".
Y de Dios son de esperar tres cosas para ti mismo. La primera es que alcances la vida eterna; y esto lo pides cuando dices: "Venga a nos tu reino". La segunda es que cumplas la voluntad de Dios y su justicia; y esto lo pides cuando dices: "Hágase tu voluntad así en la tierra como en el cielo". La tercera es que tengas las cosas necesarias para la vida; y esto lo pides cuando dices: "El pan nuestro de cada día dánosle hoy". Y de estas tres cosas habla el Señor en Mateo 6, 33: "Buscad primero el reino de Dios", en cuanto a lo primero; "y su justicia", en cuanto a lo segundo; "y todo lo demás se os dará por añadidura", en cuanto a lo tercero.
96. --- Ahora bien, las cosas que se han de evitar y de las que se debe huir son las contrarias al bien. Y el bien es lo que primeramente se ha de desear, y es cuádruple, como ya se dijo.
Y primeramente es la gloria de Dios, y a ésta ningún mal le es contrario. Job 35, 6: "Si pecas, ¿en qué lo dañas?. . . si obrares bien ¿qué es lo que le das?". En efecto, la gloria de Dios resulta tanto del mal, en cuanto castigo, como del bien, en cuanto remunera.
El segundo bien es la vida eterna. Y a ella se opone el pecado porque ella se pierde por el pecado; y por eso, para rechazarlo decimos: "Perdónanos nuestras deudas, así como nosotros perdonamos a nuestros deudores".
El tercer bien es la justicia y las buenas obras y a éste se oponen las
tentaciones, porque las tentaciones nos impiden cumplir el bien; y para apartarlas pedimos: "Y no nos dejes caer en tentación".
El cuarto bien son las cosas que nos son necesarias; y a éste se oponen las
adversidades y las tribulaciones; y para apartarlas pedimos: "Mas líbranos del mal". "Amén".