EL Amor de Dios y ejemplo modelo de mujer pagana que
se convirtió
Revelaciones
de Santa Brígida de Suecia: Libro 6
La
Virgen María instruye a santa Brígida, diciéndole que el amor de
Dios es sobre todas las cosas, y le presenta el ejemplo de una mujer
pagana que se convirtió y creció mucho en virtud.
Aparición de la Virgen María a Santa Brígida de Suecia
Capítulo
37
Nada
agrada a Dios tanto, dice la Virgen a la Santa, como el ser amado
sobre todas las cosas; y como prueba de ello voy a hablarte de una
mujer pagana, que sin saber nada de la fe católica, pensó consigo
de este modo: Yo sé de qué materia soy, y cómo vine al vientre de
mi madre. Creo también que es imposible el haber yo tenido cuerpo y
tendones, entrañas y sentidos, si no me los hubiese dado alguien; y
por consiguiente, alguno es el Creador, que me ha criado una persona
humana tan bella, y no quiso crearme fea como los gusanos y las
serpientes. Me parece, pues, que aun cuando yo tuviese muchos maridos
y todos me llamasen, acudiría más bien al único llamamiento de mi
Creador, que a las voces de todos ellos.
Tengo
también muchos hijos e hijas, y no obstante, si viese que tenían
ellos su comida en la mano y supiera que mi Creador tenía hambre,
quitaría de manos de mis hijos la comida, y con gusto la presentaría
a mi Creador. Tengo, además, muchas posesiones de que dispongo a mi
arbitrio; pero si supiese la voluntad de mi Creador, de buena gana
renunciaría a mi voluntad, y dispondría de esas posesiones para
honra de este mismo Creador mío. Pero mira, hija, lo que Dios hizo
con esta mujer pagana. Le envió un amigo suyo que la instruyó en la
santa fe, y Dios por sí mismo visitó su corazón, como podrás
colegir por las palabras de la misma mujer; pues cuando aquel varón
de Dios le decía que había un solo Dios, sin principio ni fin, el
cual es Criador de todas las cosas, respondía ella: Bien puede
creerse que el que me creó a mí y a todas las cosas, no tenga sobre
sí Creador, y es muy verosímil que es eterna la vida del que pudo
darme a mí vida.
Así
que esta mujer oyó que el mismo Creador recibió carne humana de una
Virgen, y que él predicaba con sus propios labios, dijo: Bien debe
creerse a Dios para practicar todas las obras virtuosas; y tú, amigo
de Dios, dime cuáles fueron las palabras que salieron de los labios
del Criador, porque quiero dejar mi voluntad y obedecer según todas
sus palabras. Hablando después el amigo de Dios de la Pasión y cruz
del Señor y de su resurrección, dijo aquella mujer con los ojos
llenos de lágrimas: Bendito sea Dios, que con tanta paciencia mostró
en la tierra el amor que nos tuvo en el cielo; y por consiguiente, si
antes lo amé, porque me crió, ahora tengo más obligación de
amarlo, porque me manifestó el camino recto y me redimió con su
sangre.
Estoy
también obligada a servirle con todas mis fuerzas y miembros, porque
me redimió con todos sus miembros; y le soy además deudora de
apartar de mí todo el afecto que antes tuve a mis bienes, a mis
hijos y deudos, y solamente debo desear a mi Creador en su gloria y
en aquella vida que no acabará jamás.
Considera,
hija mía, dijo la Virgen, que por su amor tendrá esa mujer una
triple recompensa; y del mismo modo se está dando todos los días a
cada cual su recompensa, según lo que ama a Dios, mientras vive en
el mundo.
Para
ver el video dar clic en la siguiente imagen:
Revelación
privada dada por Jesucristo a la mística italiana María Valtorta
La gran víctima
16
de junio
Dice
Jesús:
«Cada
época ha tenido sus formas de piedad.
La
Iglesia ha nacido entre las olas agitadas del mundo. Vírgenes y
consagrados vivían mezclados entre la muchedumbre pagana, llevándole
el perfume de Cristo que les saturaba, y han conquistado el mundo
para Cristo.
Después
vino la época de las austeras segregaciones. Enterrarse para el
mundo era, según la visión de aquel tiempo, necesario para la
perfección y la continua redención de las almas. Desde los
monasterios, los eremitorios, las celdas muradas, ríos de
sacrificios y de oraciones se esparcieron sobre la tierra,
descendieron al Purgatorio, subieron al Cielo.
Más
tarde vinieron los conventos de vida activa. Hospitales, asilos,
escuelas, se beneficiaron de esta nueva manifestación de la religión
cristiana.
Pero
ahora, en el mundo pagano de un nuevo paganismo todavía más atroz
porque es más demoníacamente sutil, son necesarias de nuevo almas
consagradas que vivan en el mundo como en los primeros tiempos de mi
Iglesia, para perfumarlo de Mí. Ellas resumen en sí la vida activa
y la contemplativa en una palabra sola: “Víctimas”.
En un mundo pagano que se resiste a dejar sus falsos dioses
¡De
cuántas víctimas tiene necesidad este pobre mundo para obtener
piedad! Si los hombres me escucharan, a cada uno diría mi amoroso
mandamiento: “Sacrificio, penitencia, para ser salvados”, Pero
sólo tengo a las Víctimas que sepan imitarme en el sacrificio, que
es la forma más alta del amor.
¿Qué
he dicho Yo? “En esto se entenderá si sois mis discípulos: si os
amáis recíprocamente... No hay mayor amor de quien da la vida por
sus amigos”.
Las
víctimas han llevado el amor tan en alto que tiene una forma
semejante al mío. Las víctimas se dan a sí mismas por Mí porque
Yo estoy en las almas, y quien salva a un alma me salva a Mí en esa
alma.
Juan Pablo II perdona al pistolero que intentó asesinarlo: Ali Agca
Por
tanto no hay amor mayor por Mí que el inmolarse por Mí, vuestro
Amigo, y por las pobres almas pecadoras que son nuestros amigos
caídos. Digo: nuestros, porque donde hay un alma enamorada está
también Dios con ella, y por eso somos dos.
Muchas
veces piensas con añoranza en la vida claustral. Pero piensa, alma
mía, que el ser víctima te hace semejante a las claustrales más
austeras. La víctima adora, la víctima expía, la víctima ora. La
oración de una víctima es igual a la de la claustrada con la
dificultad, además, de tener que vivir de oración entre las
disipaciones del mundo.
También
aquí Yo soy tu ejemplo. Yo, Víctima, he sabido adorar, orar,
expiar, estando en el mundo. Se puede ser almas víctimas de áurea
perfección estando entre la muchedumbre, y no serlo estando bajo el
cierre de una doble reja. También aquí es el amor lo que cuenta y
no las formas externas.
¿Cómo
se hace para ser víctimas? Viviendo con un único pensamiento:
consolarme redimiendo a los demás. Los demás se redimen con el
sacrificio. A Mí se me consuela con el amor y encendiendo el amor en
los corazones apagados. La vida de la víctima es un no pertenecerse
más perpetuo, un derramarse continuo, un arder incesante.
Pero
a quien sabe vivir así, le viene concedida la Invisible Presencia de
la que también tú gozas. Porque Yo estoy donde están mis
apóstoles y mis mártires. Y las víctimas son mártires y
apóstoles».
Dice
aún Jesús:
«Para
preservar a los cuerpos de la corrupción de la muerte, desde tiempos
antiquísimos, han sido usados aromas especiales que detienen la
putrefacción y conservan los cadáveres. Pero, ¡oh hombres que
espiritualmente caéis a pedazos, macerados por las corrupciones de
toda una sociedad contaminada hasta la médula!, pero, ¡oh pobres
hombres por los cuales he muerto inútilmente!, ¿por qué no usáis
para vosotros los aromas que detienen vuestra corrupción?
Fiesta del ácido prohibida: drogas y música rave
Yo
os los he enseñado. Os los he enseñado con la vida, con la palabra,
con la muerte. En mi Evangelio está la norma para vivir sanos en la
carne y en el alma, en el pensamiento y en la acción. Y ese
Evangelio lo he vivido durante mis treinta y tres años de vida.
Vosotros
no podéis decirme, como podéis decir de vuestros falsos profetas:
“Has predicado una cosa, pero has hecho otra”. No. Jesús fue
Maestro no sólo de palabra, sino de obra.
Siempre veían a un hombre santo en el amable maestro de Galilea
Os
he enseñado a preferir la pureza y la continencia a la lujuria, la
sobriedad a la crápula, la fidelidad al engaño, el trabajo al ocio,
la honradez al fraude, el respeto de las autoridades a la rebelión,
el amor por la familia a la disipación, la misericordia a la dureza,
la humildad a la soberbia, la justicia a la violencia, la sinceridad
a la mentira, el respeto de la inocencia al escándalo, la fe a la
incredulidad, el sacrificio al goce. Pero estas cosas Yo, Dios, las
he hecho antes que vosotros.
Vosotros
lo habéis pisoteado todo y habéis bailado, como necios, sobre
las máximas divinas en las que estaba vuestro bien en ésta y en la
otra vida.
Vosotros
habéis aumentado el saber en todos los campos menos en el único
necesario. En el conocimiento de mi Evangelio. Vosotros os habéis
saciado de todos los alimentos menos del único necesario: mi
Palabra. Habéis creído que os alzabais hasta el nivel del
super-hombre. Os habéis convertido sólo en superanimales. El
superhombre lo crea mi Ley porque os deifica y os hace eternos. Todo
lo demás no os alza. Sólo os hace enloquecer.
El Evangelio llevado a la práctica por estos religiosos
Marta
me dijo: “Maestro, hace cuatro días que está en el sepulcro y ya
huele mal”. Pero vosotros ¿desde hace cuántos siglos estáis? Os
hundís cada vez más en el sepulcro y en la podredumbre de muerte.
Ni siquiera mi Voz os mueve. Ni siquiera mi llanto.
Pero
¿cómo podéis estar contentos, así degradados? Teníais el Cielo,
erais herederos de Dios. ¿Ahora qué sois? Una masa de leprosos y de
poseídos por los demonios que os trituran, os matan, os hacen
delirar, os arrastran al fuego incluso antes de que muráis. Tenéis
el fuego del infierno en la mente y en el corazón. ¡Y Yo os había
puesto el fuego suavísimo de la caridad!
Ellos buscan liberar tensiones, pero solo dan entrada a los demonios
Los
aromas para salvaros de la total podredumbre son Penitencia,
Sacrificio y Caridad. ¿Pero los querréis usar? No. No miráis al
Maestro crucificado que con su sacrificio os ha dado nuevas almas
capaces de vida eterna, que os ha lavado con su Sangre y sus lágrimas
de la lepra del pecado. No lo miráis. Él os habla de bondad, de
amor, de sacrificio. Vosotros queréis ser malos, queréis odiar,
queréis gozar.
Vosotros
levantáis vuestro puño amenazador contra la gran Víctima y las
pequeñas víctimas que tratan de infundiros una vida nueva, y
lanzáis vuestra burlona blasfemia.
¡Atentos,
hombres obstinados! La paciencia de Dios es inmensa, pero no os
está concedido tentarla demasiado, porque está dicho por Mí:
“No tentarás al Señor tu Dios”»
Para
ver el video, dar clic en la siguiente imagen: