"De las Almas de Salomón, Sansón, Orígenes y de Trajano", Revelaciones de Santa Matilde de Hackeborn.

REVELACIONES DE SANTA MATILDE DE HACKEBORN

EL LIBRO DE LA GRACIA ESPECIAL

QUINTA PARTE

CAPÍTULO XVI.

18. De las Almas de Salomón, Sansón, Orígenes y de Trajano.

Sobre la petición de un Fraile, ella le preguntó al Señor donde estaban las almas de Salomón, de Sansón, de Orígenes y de Trajano. A lo que el Señor le respondió:

“Quiero que las disposiciones de mi misericordia hacia el alma de Salomón queden escondidas a los hombres, con el fin de que eviten más cuidadosamente los pecados de la carne. Lo que mi bondad hizo del alma de Sansón quedará tan desconocido, con el fin de que se tema vengarse de sus enemigos. Lo que mi bondad hizo del alma de Orígenes quedará tan escondido, con el fin de que alguien no se enaltezca fiándose en su ciencia. Por fin lo que mi liberalidad decidió para el alma de Trajano permanecerá, de por mi voluntad, ignorado por los hombres, con el fin de que la fe católica sea más exaltada, porque este emperador, aunque dotado de todas las virtudes, no tuvo la fe cristiana, ni el bautismo.” (1)

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BIBLIOGRAFÍA UTILIZADA:

1. Maison Alfred Mame et fils (1921) "Le Livre de la Gratia Espéciale Révélationes de Sainte Mechtilde" (nouvelle édition, revue et corrigée. Tours et Paris

"Cómo el hombre puede atribuirse toda la vida de Cristo", Revelaciones de Santa Matilde de Hackeborn.

REVELACIONES DE SANTA MATILDE DE HACKEBORN

  

EL LIBRO DE LA GRACIA ESPECIAL

TERCERA PARTE

CAPÍTULO XIV

14. CÓMO EL HOMBRE PUEDE ATRIBUIRSE TODA LA VIDA DE JESUCRISTO.

Durante una misa solemne, donde se había sentido perezosa y somnolienta, se quejó con tristeza al Señor de su negligencia. Le dice: "¿Si no encontrabas en ti nada que te desagrade, cómo reconocerías mi bondad respecto a ti?" Ella se acuerda entonces de una persona que conocía el desconsuelo, se puso a rezar por ella, y recibió del Señor una respuesta apropiada a su estado. Le dijo, entre otras cosas: " ¿Y por qué pues no querría esta persona recibir lo que estoy dispuesto a darle? Mi vida muy santa e inocente sobre la tierra, se la ofrezco de buena gana toda entera; qué la tome y qué supla por lo que le falta." Ésta prosiguió: "Si le gusta tanto que se apodera de lo que le pertenece, dígame. Le ruego, oh muy dulce Dios, dígame cómo hay que hacerlo." El respondió: "Qué se le ofrezca a Dios Padre todos sus deseos, intenciones y oraciones unidos con mis deseos y con mis oraciones. Esta ofrenda subirá hacia Dios y será aceptada como formando una con la mía, así como aromas diversos echados juntos sobre el fuego producen un solo humo que se eleva al cielo. Toda oración ofrecida en unión con mi oración es verdaderamente aceptada por Dios como el perfume de un incienso precioso. Aunque toda oración llega al cielo, no tiene el mismo valor, si no es unida con la mía.

Revelación a Santa Matilde

Qué se realicen también sus trabajos y sus acciones en unión de mis trabajos y de mis obras. Las obras del hombre pueden ser ennoblecidas por este medio, como el cobre fundido con el oro pierde su propia naturaleza para tomar el valor del metal precioso. Un puñado de trigo echado sobre un montón de trigo parece multiplicarse; así las obras del hombre, que no son nada por si mismas, se aumentan cuando ellas se juntan a las mías; y su valor se transforma. Qué el hombre ajuste sus movimientos, sus fuerzas, sus sentimientos, sus pensamientos, sus palabras, toda su vida en fin en la mía: entonces se encontrará rejuvenecido y ennoblecido, como una bella ave que renovaría su juventud pasando de un clima húmedo y de un aire pestilente a una atmósfera sana y vivificante. Así es como el hombre terrestre puede, desde su vida antigua, pasar a una vida nueva, hacerse todo celeste y unirse a mí.

 

El Santo Padre Pío

 

Pues, mis queridos hermanos, recibiendo con un reconocimiento profundo este favor tan alto del ennoblecimiento divino, apoderémosnos nosotros de la vida santísima de Cristo para suplir todo lo que falta a nuestros méritos. Esforcémonos, según nuestro alcance, por hacernos semejantes a él por nuestras virtudes, porque será nuestra gloria suprema en la eterna beatitud. ¡Qué gloria en efecto puede ser más grande que acercarnos, por una cierta semejanza, al que es el esplendor de la luz eterna!

 

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BIBLIOGRAFÍA UTILIZADA:

1. Maison Alfred Mame et fils (1921) "Le Livre de la Gratia Espéciale Révélationes de Sainte Mechtilde" (nouvelle édition, revue et corrigée. Tours et Paris

"Que Santa María Magdalena puede obtenerle la penitencia a los que le invocan", Revelaciones de Santa Matilde de Hackeborn.

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EL LIBRO DE LA GRACIA ESPECIAL

PRIMERA PARTE

CAPÍTULO XXV

46. QUE SANTA MARÍA MAGDALENA PUEDE OBTENERLE LA PENITENCIA A LOS QUE LE INVOCAN.

Ya no puede amar nada más que a nuestro Dios.

En otro día, en la fiesta de esta misma santa, la misma está de pie en presencia del Señor; su corazón abrasado irradiaba como un sol cuya luz se difundía sobre todos sus miembros. Ella comprendió que este fuego había sido divinamente encendido en el corazón de María Magdalena cuando el Señor le dijo sus primeras palabras: tus pecados te son perdonados. Y este fuego tomó en ella tanta fuerza que, desde entonces, todas sus acciones y sus pensamientos se cambiaron en fuego. De este hecho, ésta concluye que todo alma abrasada de amor aumenta en ella misma el incendio del amor, por sus pensamientos, sus palabras, sus acciones, sus sufrimientos, que todo se cambia en fuego como la leña echada en la hoguera. Y si ella echa al fuego otros materiales combustibles, los pecados veniales por ejemplo, el fuego los consume y los reduce a la nada. Entonces esta alma se hace toda de fuego, por lo que cuando deja su cuerpo, los espíritus malignos no pueden acercarse a ella. Pero a aquellos que no abrasa este fuego de divino amor no ven en absoluto sus actos consumirse así; y, además, el mal que cometen les pesa como un fardo a la hora de la muerte.

 

Árboles con frutos de la penitencia

Le pareció también que de los pies del Señor crecieron dos árboles verdosos, cubiertos de bellas frutas, que significaban las frutos de penitencia que santa María Magdalena recoge y da graciosamente a todos los que vienen hacia ella. Esta imagen le hizo saber cómo santa María Magdalena obtuvo, a los pies del Señor, el privilegio de otorgar a todos los que la invocan el don de una verdadera penitencia. La santa le dice: "Quien quiera dar gracias a Dios por las lágrimas que derramé a los pies de Cristo, por la buena acción que hice lavándolos con mis manos y secándolos con mis cabellos; quien quiera dar gracias por el amor del que entonces abrasó mi corazón, a tal punto que yo no podía amar nada más fuera de él, si este pide al mismo tiempo las lágrimas de una penitencia sincera y la infusión del divino amor, el Señor bondadosísimo lo hará en verdadero derecho a su demanda, por mis méritos. Quiero decir que Dios perdonará a esta persona, antes de su muerte, todos los pecados que cometió y le hará avanzar más en su amor. "

María Magdalena arrepentida lava los pies del Señor

 

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BIBLIOGRAFÍA UTILIZADA:

1. Maison Alfred Mame et fils (1921) "Le Livre de la Gratia Espéciale Révélationes de Sainte Mechtilde" (nouvelle édition, revue et corrigée. Tours et Paris