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martes, 17 de octubre de 2017

"No dejar la conversión hasta la muerte". Revelaciones de Santa Brígida.

NO DEJAR LA CONVERSIÓN HASTA LA MUERTE

 


Dice santa Inés a santa Brígida, que no se debe dejar la conversión para la hora de la muerte.





Joseph Noel Paton - The Murder of Paolo and Francesca.jpg
El pecador no tiene tiempo para arrepentirse





LIBRO 3 - CAPÍTULO 5


Muchos hay en el día de hoy, dijo santa Inés a santa Brígida, que tienen estos pensamientos, de caminar gozando del mundo, para volverse a Dios a la hora de la muerte, y dicen: Cosa dura es meternos por camino tan estrecho, y dejar las honras y nuestra propia voluntad. Y se apoyan en una esperanza falsa y peligrosa, diciendo: Larga es nuestra vida, y grandísima la misericordia de Dios. El mundo está lleno de goces, y para ellos fui creado; así, no importa que por algún tiempo use yo del mundo según mi voluntad, que al fin de mi vida quiero seguir a Dios, pues en este camino del mundo hay cierto atajo o vereda, que es la contrición y confesión, y si me acogiere a ella, me salvaré.





William Dyce - Francesca da Rimini - Google Art Project.jpg
El pecador no sabe cuando llega la muerte





Este deseo de pecar hasta el fin y pensar confesarse entonces, es una esperanza muy flaca, porque cuando ellos menos piensen, ya están en manos de la muerte, y suele ser tal el dolor y tan arrebatado el fin, que no pueden hacer confesión ni tener contrición que les sea de provecho. Y con muchísima razón se les niega eso, pues no quisieron prevenirse cuando pudieron, sino que quisieron atar la misericordia de Dios y guardarla para cuando ellos quisiesen aprovecharla, y no cuando Dios se la ofrecía; ni tenían pensamiento de dejar de pecar, sino hacerlo hasta más no poder, y se volvían a Dios porque el pecado los dejaba a ellos, y no podían ya gozar de sus deleites. La justicia, hace su oficio en juzgar, y la misericordia el suyo en atraer a sí y convidar.




 
Inf. 06 Alexandre Cabanel, Morte di Francesca da Rimini e di Paolo Malatesta, 1870.jpg
Fin doloroso y arrebatado del pecador




Y la Madre de Dios dijo a santa Brígida: Aun cuando Dios puede hacer todas las cosas, no obstante, el hombre debe cooperar para salir del pecado y alcanzar el amor de Dios. Porque tres cosas hay para que el hombre salga del pecado, que son: perfecta penitencia, intención de no volver a pecar, y la enmienda, según consejo de los que han despreciado el mundo por Dios, y están autorizados para darlo. Otras tres cosas hay para alcanzar la gracia, que son: humildad, misericordia y deseo grande de amar mucho a Dios; pues cualquiera que con estas condiciones dijere aunque sea solamente un Padre nuestro por alcanzar la gracia de Dios, muy pronto sentirá los efectos de esta misma gracia.




 
Guercino - St Peter Weeping before the Virgin - WGA10949.jpg
Arrepentimiento de San Pedro




Hasta que está el hombre debajo de la tierra, no me aparto de él; y si se anima a romper las cerraduras, le salgo al encuentro como su sierva para servirle, y como Madre para ayudarle. Y debo decirte, que como ves que la tierra produce plantas y flores de diverso género y especie, del mismo modo si desde el principio del mundo todos los hombres hubiesen permanecido en su justicia original, todos habrían obtenido excelente recompensa; porque todo el que está gozando de Dios pasa de una alegría a otra, no porque en ninguna haya hastío, sino porque se va aumentando el placer, y continuamente se renueva un gozo a otro, y todos tan grandes, que no se puede explicar.



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